El Marq insta al Consistorio a afianzar el yacimiento más antiguo de la Edad de Bronce

Las excavaciones de Las laderas del Castillo de Callosa de Segura revelan cada año con más exactitud que se trata del yacimiento más antiguo de la Edad del Bronce de Alicante. En esta campaña los responsables del Museo Arqueológico Provincial (Marq) han hallado cuatro tumbas funerarias con restos humanos, aunque lo que más preocupa es la consolidación de las primeras extracciones que se realizaron. La dirección de las excavaciones han instado a los responsables del Ayuntamiento a que preserven la antigua muralla y los restos de una torre defensiva.

El equipo de gobierno se encuentra en la encrucijada de aportar una inversión para que el yacimiento no se pierda o guardar bajo tierra todo lo que se ha datado. En este sentido, han solicitado un proyecto de actuación para determinar qué acciones se deben tomar y que la ladera del castillo se convierta en un espacio visitable que sirva de complemento al museo arqueológico callosino.

En la sierra se instaló un poblado de la cultura Argárica para vigilar la entrada de incursiones por el río Segura. Tanto por su tamaño como por su antigüedad se trata de uno de los asentamientos más importantes de la Edad del Bronce, digno de estudiar por los futuros historiadores.

El alcalde, Francisco Maciá, abogó ayer por consolidar las estructuras que se han destapado después de casi un siglo sin realizar trabajos en la parte alta del barrio del Salitre. Furgús y Colominas tomaron los primeros datos del poblado íbero ubicado bajo los restos del castillo árabe, pero su trabajo quedó inutilizado porque todo lo desenterrado se perdió. De las campañas iniciadas sobre 1920 solo quedan las anotaciones porque «entonces no había la política patrimonial que existe hoy», apunta el director del proyecto, José Antonio López. De esta primera excavación no quedaba ni una sola piedra en pie.

Durante los trabajos que se han realizado se ha recopilado material como vasijas u otros utensilios de diferentes calidades que determinan «los distintos estratos de la sociedad de esta cultura». Dos sepulturas tienen vasijas de cerámica y restos de trozos de carne, que «suelen pertenecer a los festines funerarios que se realizaban sobre las tumbas», señala López.

Las dos hectáreas y media de poblado dan una idea de su relevancia. Esta población convivía con otra cultura llamada Bronce Valenciano, cuyas primeros asentamientos se han hallado en en la sierra de Crevillente, por lo que la aldea callosina era un puesto fronterizo de la comunidad argárica, que extendía por Murcia, Almería y Granada.

El regidor valoró que «estamos en un punto de inflexión si se decide tapar, con lo que se perdería el yacimiento o se consolida». Si bien aboga porque técnicos de la Diputación Provincial preparen antes de final de año un proyecto que plantee las fases a realizar y el presupuesto, «en función de la valoración ya se buscará financiación fuera».