El olvido llega antes

El Alzhéimer es una enfermedad invisible a ojos de la sociedad porque la degeneración neuronal que castiga a quienes la padecen se achaca a personas de edad avanzada. Pero este hecho se ve contestado por una realidad que se impone, cada vez con más frecuencia, la media de edad de quienes la sufren ha bajado. Esta es una de las principales conclusiones de los datos que aportaron ayer los responsables del Centro de Día que gestiona la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzhéimer Miguel Hernández en la localidad, el único que funciona en la comarca como unidad de respiro para familias que tienen a un afectado por Alzhéimer entre sus miembros.

El centro realizó ayer sus actividades para conmemorar el Día Internacional del Alzhéimer, que se celebra mañana y antes de realizar una simbólica suelta de globos verdes, la coordinadora de estas instalaciones que acogen a 35 usuarios de diversas localidades de la Vega Baja desde que abrió sus puertas hace dos años, Gloria García, indicó que la media de edad de los pacientes ha sufrido un notable descenso y pese a que la longevidad de los enfermos sigue situada en torno a los 75 años, los índices que se manejan por los expertos en la Comunitat Valenciana es que en la última década los casos de personas con diez años menos van en aumento.

Asimismo la responsable del centro comarcal destacó que también comienza a ser preocupante que haya pacientes en torno a la cincuentena, lo que achacó al ritmo de vida actual y al estrés laboral, «aunque también porque con la mejora de las técnicas de diagnóstico se detecta antes, lo que permite poder encarar la enfermedad en una fase más incipiente y ahondar en la calidad asistencial que se les presta a los enfermos y a los familiares», subrayó. De esas cuestiones se ocupa el equipo de doce trabajadores del centro que prestan apoyo y terapia a los enfermos en diversos ámbitos, desde sesiones de fisioterapia a psicológicas o las de carácter más sanitario. Lo hacen con los 35 pacientes que atienden en el centro tras recogerlos en sus domicilios y llevarlos a sus instalaciones para que las familias puedan tener «ese respiro que es necesario porque abordar este tipo de enfermedad requiere cuidados y mucha paciencia, y conviene que puedan tener momentos de vida propia, porque la enfermedad absorbe».

García destacó que este tipo de jornadas sirven para sacar del anonimato una enfermedad que muchas veces se queda en el ámbito doméstico y la interrelación entre las familias en los días de convivencia sirve para intercambiar impresiones, aunque también pudieron asistir a charlas sobre teleasistencia para los pacientes y a los consejos del doctor Santiago Mola, jefe de Neurología del Hospital Vega Baja, quien aportó los últimos avances en la investigación de la enfermedad y un diagnóstico de la realidad más cruel, no tiene cura ni fármacos que palien este dolencia.

El tono reivindicativo lo puso el presidente de la asociación, José Antonio Rocamora, en la lectura del manifiesto común que leyeron ayer las 34 asociaciones de la Comunitat Valenciana. Con él los familiares de estos enfermos quisieron hacer visible a la sociedad los problemas que acarrea la enfermedad no solo a quienes la padecen y que hay que saber afrontarla de la mejor forma posible, pero también incidió en que es necesario que la Administración dote los medios necesarios a los médicos para el diagnóstico precoz de los casos.

Asimismo Rocamora alertó de que el Alzhéimer va en aumento y «debe convertirse en una prioridad sociosanitaria», para lo que reclamó más centros de día que ayuden a las familias a atender a sus familiares y que los controles médicos, que ahora son anuales en personas mayores, se hagan de forma mensual en Atención Primaria para poder abordar con más garantías la enfermedad. El presidente también abogó por mejorar la Ley de la Dependencia y que las personas con enfermos a su cargo puedan tener excedencias laborales para ocuparse de ellos, así como que se invierta más en investigación de cerebros.

Actos también en Bigastro

Las actividades del centro cojense no fueron las únicas de la comarca ya que la Asociación Acuérdate de Mi de Bigastro también acudió al colegio San José de Calasanz a realizar la suelta de globos y concienciar a los niños sobre esta enfermedad. Asimismo hará actividades mañana en el Auditorio como la proyección de un documental sobre los problemas que acarrea el Alzhéimer.