Poder autonómico
Nunca hubiera imaginado que Sánchez coincidiría en algo con Vox. Tratándose del líder socialista, no es una cuestión de principios porque no los tiene, sino ... de pura estrategia; en cambio para Vox entra de lleno en su visión de España. Me refiero al poder autonómico. Vox siempre se ha manifestado contra la perversión que supone la fragmentación de la autoridad, el lío de competencias y la defensa de los intereses locales frente a los generales. A Sánchez, que ni está a favor ni está en contra sino todo lo contrario, tener un poder autonómico mayoritariamente en manos del PP le viene muy mal. Por eso intenta tensionar la realidad regional para minar al PP donde le duele, ya sea en el contexto de desastres como la dana o los incendios forestales, ya sea con el traslado de niños inmigrantes. ¡Y lo que veremos en los próximos años!, porque ya ha constatado que poner en evidencia a los líderes autonómicos le puede dar rédito electoral, por tanto, esto no ha hecho más que empezar.
Si eso se une, además, a las exigencias de sus socios nacionalistas que buscan profundizar en las dos 'ligas', la de Primera, con Cataluña y el País Vasco, y la de Segunda, con todos los demás, su hoja de ruta es previsible. Lo más curioso es ver cómo sus ministros estallan en escenas dramáticas, con grandes alharacas, ante la negativa de Marga Prohens a recibir más menores inmigrantes. Desde el gobierno se ve como un intento de saltar de liga y unirse a Cataluña y el País Vasco con quienes han pactado quedar exentos de este traslado, pero lo venden como un incumplimiento de la ley que, de mantenerse, exigirá medidas por parte del Estado. Dice el ministro Torres: «No me cabe en la cabeza que haya comunidades autónomas que incumplan la ley». Y lo repite Bolaños. Lo dice el mismo gobierno que pacta con Puigdemont. El mismo.
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