Tampoco era la 'paguita'
Mazón ha ido superando las líneas rojas que la izquierda le ponía como topes para su mandato. Llega el mes de octubre, pero su hoja de ruta sigue siendo agotar la legislatura
Las teorías que ha venido alentando la oposición respecto al futuro político de Carlos Mazón han ido fracasando una tras otra desde el pasado 29 ... de octubre. Primero, el president no seguiría en el cargo a la llegada de las pasadas Navidades; después, no soportaría la presión de la calle; tampoco podría aguantar en el Palau en Fallas; ni resistiría la reunión de la cumbre del PP europeo; ni podría acudir como jefe del Consell al congreso nacional del PP... La última de esas teorías, la enésima línea roja que Mazón no podría superar, era en realidad -eso se decía- la verdadera razón por la que el jefe del Consell aguantaba en el cargo. El dirigente popular estaba esperando a superar el ecuador de su mandato, allá por el mes de julio pasado, para poder garantizarse su presencia en el Consell Jurídic Consultiu (CJC). En definitiva, se vino a decir, lo que Mazón pretendía era amarrarse una 'paguita' un par de años. El convencimiento de que ese y no otro era el motivo de resistir en el cargo se extendió de tal manera que los portavoces de la izquierda lo convirtieron en una suerte de hecho indiscutible, con declaraciones en las que se daba por hecho que, llegado el día, Mazón cogería la puerta para poder cobrar del Jurídic. Ni que decir tiene que la fecha pasó, y que Mazón sigue siendo president del Consell.
Por suerte, o no, ya han aparecido nuevas líneas rojas, nuevos hitos que obligarán, se supone, a Mazón a abandonar. El debate de política general en Les Corts, la segunda quincena de septiembre, la celebración del 9 d'Octubre o la conmemoración del primer aniversario de la dana, el 29 de ese mismo mes, marcan el inicio de curso político. Ni que decir tiene que la primera de esas citas, la del debate en Les Corts, permitirá a los grupos de la oposición hiperventilar todo lo que sea necesario para tratar de calentar el mes de octubre. Uno se imagina ya cartelería de todo tipo en manos de los diputados de izquierdas, protestas desde la tribuna de invitados de Les Corts, algún grupo parlamentario abandonando el hemiciclo, concentraciones a las puertas del Parlamento valenciano, manifestaciones rodeando el Palau dels Borja, gritos de Mazón dimisión (y de ahí para arriba)... El debate más importante del año tendrá a buen seguro un subidón de temperatura que, no obstante, no parece probable que lleve al jefe del Consell a tomar decisión alguna sobre su futuro que no sea la de seguir adelante. A la espera del mes de octubre, Mazón se ha encontrado con la inesperada ayuda de Paco Camps, y ese empeño suyo en poner en marcha una campaña para recuperar la presidencia del PP valenciano. A la vista de las primeras reacciones de la calle Génova, la opción del expresidente resulta la última de las que contempla la dirección nacional de los populares como eventual relevo del actual líder. Así que, sin tener una alternativa definida como relevo en la presidencia del partido a través de un congreso regional, arriesgarse a impulsar una opción temporal del estilo Juanfran Pérez Llorca -la que contaría con más números para tomar las riendas en el grupo de Les Corts- no haría otra cosa que afilar el discurso de Camps y quién sabe si provocar que algunos de sus seguidores tomaran alguna iniciativa radical, nada deseada por la calle Génova con la perspectiva de dos elecciones autonómicas en 2026 y quién sabe si con un adelanto de las generales.
De modo que la opción agotar la legislatura comienza a perfilarse para Mazón como la hoja de ruta más probable. El 'vulem vutà' que impulsa Diana Morant tendrá que seguir esperando.
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