Más que sorpresa, que también, me causó risa ver cómo el cobrador de la tuna, el de la pandereta, en el momento de recaudar, apretaba ... a los comensales carentes de efectivo hasta facilitarles el pago por bizum. Y así cayeron los remisos en l'Esbardal de Moraira. Quizá sea ya un sistema generalizado entre las rondas universitarias, pero nosotros era la primera vez que lo contemplábamos. Mereció la pena escuchar la ingeniosa prédica del tuno ¡qué bien elegida la palabra! para convencer y lograr la trasferencia telefónica.
Esta anécdota me trajo a la memoria otro sucedido del mismo porte a mi amigo Kike con un gorrilla. Sí, una de esas personas que te ayudan a aparcar para conseguir unas monedas. En las inmediaciones de Las Arenas de Valencia, después de donarle un euro, el gorrilla le pidió seis porque «somos seis los que nos encargamos de esta zona». Ante la falta de efectivo, le solicitó, sin éxito, la trasferencia por bizum.
¿Qué está pasando con el bizum? Ahora me he puesto al día, porque carezco de este sistema en mi móvil, y compruebo que está generalizado. «Estás muy anticuado, Iñaki», me imputan. Me he comprometido a instalármelo en cuanto tenga un hueco en mi apretada agenda.
Documentado, me entero de que el límite por operación es de un mínimo de 0,5 euros y un importe máximo de mil. También puedes enviar un número ilimitado de operaciones. Sin embargo, al día solo un máximo de dos mil. El límite mensual está establecido en cinco mil.
Alguna ventaja tiene la generosidad, ya que no tiene límites. Con bizum puedes ayudar a tus entidades sociales favoritas siempre que sean cantidades no superiores a los mil euros. Eso sí, puede hacerse todas las veces que se quiera y a todas las ONG que desees. ¡Ojo al elegir cuáles, no vayas a agrandar la bolsa de algún desaprensivo descubridor de este método para disfrutar de viajes fantásticos y otras prebendas!
No hay obligación de declarar a la voraz Hacienda los bizum ocasionales entre particulares, siempre que no haya ánimo de lucro ni superen los diez mil euros al año. Sin embargo, si son frecuentes los movimientos o transacciones porque desempeñes una actividad económica o ganancia patrimonial, como por ejemplo, el cobro de alquileres, has de declararlos, sea cual sea su importe.
A la vista de estas y otras anécdotas similares, queda patente la picaresca a la hora de eludir doblar el espinazo hasta dejar en evidencia al personaje principal de 'El lazarillo de Tormes'. Evito intencionadamente escribir de los incendios, que me tienen consternado -parece que al contrario de Pedro Sánchez-, de Gaza o de las negociaciones sobre Ucrania. Descansemos un poco estas semanas de asueto generalizado. Así es la vida.
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