Borrar
Urgente El precio de la luz se dispara este lunes con la nueva tarifa: las horas prohibitivas para utilizar los electrodomésticos
La pica

Escuchadme porque vengo del futuro

Sábado, 4 de octubre 2025, 23:37

Lo llaman «enjambre de drones» y es verdad que suenan como abejas cuando pasan sobre tu cabeza. Yo estaba en Kiev el sábado pasado cuando el ejército de Putin lanzó sobre la capital ucraniana el mayor bombardeo en lo que llevamos de año. Durante doce horas los meteoros de las barreras antiaéreas y el resplandor de las explosiones en tierra y aire iluminaron el cielo apagado como una pantalla de televisión sin luz. La alarma de amenaza aérea que se lleva instalada en el móvil conminó de continuo, casi cada veinte minutos, a permanecer en el refugio, y ahí me sorprendió un alba de soledad y humo en el Maidán. De recuento de cadáveres, familias viendo arder sus casas y vecinos mudos sacando escombros de la calle. Llegué junto a los bomberos al domicilio pulverizado en el que había perdido la vida una niña de doce años y, si me preguntáis si sentí miedo, diré que, mucho más, rabia y ganas de llorar. Que me mordí el puño.

Estuve en el futuro y he vuelto para contar lo que nos espera si no reaccionamos, si no despertamos del sueño de creer que vivimos a salvo en un mundo en el que la guerra abierta ha sustituido a la disuasión. Ser ricos, pero estar desarmados y sin soldados ya no te salva de ser atacado por quien es pobre, ya que la guerra se ha hecho casi gratuita. Estuve en zonas liberadas de Ucrania y me explicaron que las batallas las libran drones baratos, que los hay que vuelan, pero también que navegan y ruedan. Que pronto habrá otros que caminen. Un carísimo carro de combate, por ejemplo, aquello por lo que suspiraba Zelenski cuando empezó la invasión, ahora dura doce segundos de media sobre el campo de batalla. Se combate de saldo. Los ucranianos cazan drones con una cuerda kilométrica de teléfonos abiertos para escucharlos venir y camionetas civiles con antiguos cañones antiaéreos o ametralladoras montadas en la caja de carga, o sea, que no son militares, sino estudiantes, informáticos y videojugadores los que defienden de los rusos al país como en una de Spielberg de los ovnis.

Se agradece lo del escudo antidrones que barajan los líderes europeos porque, para Putin, Europa es el enemigo (sí, España también), pero un dron se construye y gobierna desde cualquier parte, ya lo estamos viendo en nuestros aeropuertos, haya muro o no. Lo importante es que nos digamos la verdad: la naturaleza es peligrosa para las criaturas débiles y nuestra falta de inversión en Defensa, nuestra nula disposición al sacrificio y nuestra geopolítica naíf, más pronto que tarde, nos costarán caras. Como lo vi, lo cuento.

Nuestra falta de inversión en Defensa y nuestra geopolítica naíf nos costarán caras

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Escuchadme porque vengo del futuro