Jesuitas y franciscanos

Se ha abierto un baúl de recuerdos, de anécdotas, de historia personal de quien ha sido durante los últimos doce años el referente máximo para mil cuatrocientos millones de creyentes.

Muchos devoramos esa información para captar movimientos, declaraciones, etc... Sobre las relaciones de Francisco con su entorno, todos parecen estar de acuerdo en el hecho de la cordialidad, la cercanía al pobre.

A mí me ha llamado la atención una frase de un profesor que compartió con él tiempo y labor docente. La frase era aproximadamente «Pese a ser un jesuita parecía. un franciscano».

He tenido la oportunidad de conocer a ambas órdenes y lo primero que se me ocurre es en la trampa del lenguaje. Las frases tienen dos niveles de significado que los expertos llaman «denotación y connotación», es decir, significado literal, objetivo y el sentido figurado, subjetivo.

Calificar como «jesuita» en la frase que estoy comentando está llena de la carga histórica de la Compañía de Jesús. Recomiendo la lectura de los dos tomos titulados JESUITAS de Jean Lacouture que permite una visión global y que puede servir para evaluar la actitud de Ellacuría en su momento en El Salvador o de Vicente Ferrer en la India. Así que opino que el decir «jesuitas» viene cargado de historia y prejuicios. Decir franciscanos supone añadir también la historia del de Asís ,San Francisco de Asís fue el modelo de fraile: un hombre que, renunciando a todos los bienes materiales, consagró su vida a Dios viviendo en pobreza.

Aquí la referencia a «franciscano» está cargada de significado. Formado como un jesuita, digo yo, y siendo un papa de inclinación franciscana. Una mezcla explosiva.