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Libres como el mar

Correr es como vivir, unas veces toca apretar el paso, otras elevar la guardia y aguantar los golpes. El maratón te pone a prueba y la recompensa es una lección de vida

Antonio Badillo

Valencia

Lunes, 8 de diciembre 2025, 00:06

Así que esto era el muro. Pues caramba con el muro... Debí hacer más caso a mi padre en aquel arrebato erudito que de existir ... justicia en el mundo habría agitado los cimientos de la fisioterapia moderna: «¿Que al moverlo te duele el pie derecho? Pues no lo muevas, hijo mío, o mejor menea el otro y asunto resuelto». Pero Antoñito nunca escucha, ese día tampoco. De ahí que hace un año, alistado como voluntario y todavía corcovado por los efectos del medio maratón corrido seis semanas atrás, mi borrachera de admiración en un recodo de la avenida Jacinto Benavente me animara a pedir un deseo irreal a un futuro impensable: yo quiero ser maratón. Y de aquellos polvos vienen estos lodos.

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