Calp quiere volver a llamarse también Calpe
El pleno aprueba, con los votos a favor del equipo de gobierno, solicitar el inicio del procedimiento para recuperar la doble denominación
R. C.
Martes, 12 de enero 2021, 15:22
Calp y Calpe. El gobierno del municipio del Penyal d'Ifac quiere recuperar la doble denominación Calpe/Calp. Una propuesta que estuvo vigente hasta el 2008, cuando el gobierno formado por el PP, PSD y Bloc acordaron solicitar el cambio de topónimo del municipio a la forma exclusiva de Calp y que posteriormente fue aprobada por el Consell en agosto de 2009.
La iniciativa la presentó el grupo Ciudadanos en el pleno celebrado ayer. Según su portavoz, Juan Manuel del Pino, “lo que se pretende es llamar la atención sobre el reconocimiento de que ambas formas de nombrar nuestro municipio son válidas, porque ambas se usan y porque tanto el topónimo Calpe como Calp tienen su raíz histórica”. El edil matizó que “en ningún caso se pretende cambiar el nombre de Calp por el de Calpe sino el de respetar las dos lenguas oficiales de la Comunitat valenciana y que la doble denominación no hace más que enriquecer nuestro pueblo”.
La propuesta no contó con el respaldo de los partidos de la oposición, pues Compromís y Defendemos Calpe votaron en contra y el PSPV se abstuvo. El portavoz de Defendamos Calpe, Paco Quiles, afirmó que en la actualidad no existe ningún problema por el uso de los términos Calp o Calpe entre la población y acusó al equipo de gobierno de crear un conflicto con este asunto. “Al parecer es una estrategia para crear dos bandos, que haya un conflicto entre ellos. Lo que ocurre es que no existe exclusión, no hay ningún conflicto, nadie recrimina a nadie porque diga Calpe”, señaló y defendió que a nivel institucional continue utilizándose Calp por ser un término utilizado históricamente y “que cada uno diga Calpe si habla castellano”.
Por su parte, Carlos Ortín, de Compromís, indicó que la propuesta de Ciudadanos carece de consistencia científica y recordó que en su día la Acadèmia Valenciana de la Llengua basándose en informes de filólogos e historiadores dictaminó que Calp fuera el único topónimo oficial del municipio. “Cuando en la mayoría de sitios la sociedad está intentando proteger y recuperar el patrimonio histórico Ciudadanos plantea una moción sin consistencia científica ni jurídica para que los calpinos perdamos un patrimonio inmaterial antiquísimo, posiblemente venga del siglo VI antes de Cristo”, concluyó.
El portavoz socialista Santos Pastor recordó, como también lo había hecho el portavoz de Defendamos Calpe, que el PP votó a favor del cambio del topónimo de la localidad a Calp hace 12 años. “No sabemos qué le ha pasado a la derecha calpina para primero votar a favor del cambio de denominación y ahora 12 años después pretender volver a cambiar el nombre del municipio”. Además recriminó que en la propuesta se hiciera mención a Calp como municipio de predominio castellano hablante y que en ningún momento se hubiera contado con el Institut d'Estudis Calpins pese a ser un organismo municipal.
El portavoz del PP, Paco Avargues, indicó que en estos 12 años “ha cambiado la derecha calpina, no somos los mismos, ha ido evolucionando” y destacó que en ningún momento lo que se pretende es quitar ningún patrimonio. Por su parte, la alcaldesa Ana Sala afirmó que “si el PSOE fuera coherente con su partido de 2008 debería votar ahora a favor de la propuesta porque entonces votó en contra”. “A la izquierda calpina también habría que pedirle la misma coherencia que a la derecha calpina”, dijo. Y explicó que su formación iba a dar su apoyo a la propuesta de Ciudadanos para devolver al municipio la denominación “que nunca debió haberse cambiado”. Recordó que aquella decisión adoptada en 2008 generó una gran polémica y que, a su parecer, fue una “cuestión caprichosa” del entonces alcalde. “Lo que apoyamos es que se instruya el expediente para solicitar el cambio de denominación, que el topónimo vuelva a ser bilingüe; luego ya decidirá el Consell si sí o si no, nosotros por lo menos estaremos satisfaciendo una voluntad y una reivindicación de muchas personas que se sintieron ofendidas cuando en 2008 se decidió casi de manera dictatorial cambiar el nombre sin preguntar a nadie”, aseguró.