Un criadero ilegal de perros ocupa la planta baja de una finca en la zona turística de l'Albir

Los perros, efectivamente, se encuentran en un recinto que no sólo carece de las preceptivas licencias para operar como criadero de animales; sino que presenta un más que evidente estado de abandono como se puede comprobar desde la propia vía pública. De hecho, son muchos los viandantes que se detienen al borde de alguno de los huecos que existen entre los cipreses que actúan a modo de parapeto y se escandalizan por el penoso estado de los canes.

En la propiedad, además, se observa una jaula en la que se hacinan varias decenas de ejemplares de aves que, según el testimonio de varios vecinos del edificio, también se destinan a la venta y, de nuevo, de manera completamente ilegal.

El presidente de la comunidad de propietarios, Manuel López, confirmó a LAS PROVINCIAS que los problemas de convivencia con la propietaria del bajo «vienen de lejos» y que van mucho más allá de la tenencia y venta de los animales.

«Hemos tenido muchos problemas con ella. Por supuesto, ha ido acumulando una deuda que ya es de unos 3.000 euros; pero lo más grave llegó hace algún tiempo, cuando sus sobrinos le dieron una paliza al portero de la finca y llegaron a sacarle una navaja a uno de los vecinos», explica el presidente de la junta vecinal.

Este medio ha tenido acceso a la sentencia que, fechada el pasado mes de julio, condena a los sobrinos de la propietaria a la privación del uso de la vivienda durante un periodo de tres años. Por lo tanto, según relatan los residentes del edificio, desde ese momento la propietaria vive únicamente acompañada por su pareja sentimental, aunque, como asegura un vecino, «ninguno de hace cargo de los animales».

Aunque este criadero ilegal de perros –cuyos ejemplares se han anunciado en diversas webs de anuncios por palabras y artículos de segunda mano– comenzó a operar «hace tres o cuatro años», el malestar de los vecinos ha ido creciendo exponencialmente hasta que «a principios de este verano» decidieron tomar cartas en el asunto.

Además de haber iniciado una recogida de firmas para denunciar la situación de los animales, con la que ya han conseguido la adhesión de casi un centenar de personas, los vecinos han llevado su caso a las autoridades competentes, con quejas ante el Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi y denuncias en la Guardia Civil.

La concejala de Sanidad del consistorio alfasino, Marisa Cortés, aseguró, a preguntas de LAS PROVINCIAS, que «somos conocedores de esta situación y ya estamos actuando para poder sacar de allí a los perros en el menor plazo posible».

En ese sentido, la responsable del área de Sanidad confirmó a este medio que «nos hemos puesto en contacto con el Seprona y activado todos los protocolos existentes para estos casos. A la propietaria se le ha requerido en múltiples ocasiones para que dé una solución al problema. Incluso, le hemos ofrecido alternativas como dar a los perros en adopción o buscarles otro sitio, pero siempre ha hecho caso omiso».

Por ello, tal y como subrayó Cortes, «ahora estamos a la espera de recibir la autorización judicial, tras la denuncia que hemos presentado desde el Ayuntamiento, para poder entrar en la vivienda y llevarnos a los perros y al resto de animales que hay allí».