Vecinos del Tossalet de Dénia reclaman más presencia policial tras sufrir varios robos
Denuncian la falta de seguridad y piden que los coches patrulla hagan rondas de viernes a domingo en el tramo entre el camí Vell de Pego y el de la Bota
R. González
Dénia
Martes, 19 de diciembre 2023, 10:36
Los vecinos de una zona del Tossalet de Dénia han visto cómo su tranquilidad se ha tornado inquietud tras haberse producido varios robos en un corto espacio de tiempo. En pocas semanas los ladrones han entrado en tres casas ubicadas en el mismo camino, de unos 650 metros de longitud. Por eso, reclaman más presencia policial.
Los residentes en ese vial, comprendido entre el camí de la Bota, junto a una empresa de transporte, y el camí Vell de Pego, disfrutan de un entorno en el que abundan los campos de naranjos. Esa paz se ha visto truncada por varios incidentes. «Eso ha hecho acrecentar la inquietud de todos los que vivimos aquí, especialmente ante la escasa presencia policial al encontrarnos en zona agrícola», aseguran.
Denuncian la falta de seguridad en ese punto de Dénia. En uno periodo de dos meses, los amigos de lo ajeno han allanado tres viviendas cuando los propietarios no estaban dentro. Los ladrones parecen tener controlados sus horarios y aprovechan un momento en el que los dueños salen de su casa para entrar a robar.
Los delincuentes actúan con rapidez, especialmente los viernes por la tarde y el fin de semana. El 'modus operandi' es similar. Entran en la vivienda, localizan el botín y se marchan en pocos minutos. Se apoderan del dinero en efectivo que encuentran y se también se llevan objetos fáciles de coger y ligeros, sobre todo buscan joyas que puedan tener allí los dueños. Así ha sucedido en los tres casos registrados en ese punto del Tossalet.
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Muy cerca de ese camino, a pocos metros de distancia, también se registró hace pocas semanas un intento de robo. En ese caso, los propietarios, un matrimonio de Valencia, estaba dentro de su casa y consiguió frustrar las delictivas intenciones de los cacos.
El malestar que ha generado estos sucesos ha llevado a los vecinos a alzar la voz y reclamar la presencia de vehículos de la Policía Local o de la Policía Nacional, que recorran esa parte del término municipal, en especial de viernes a domingo, que es el momento en el que los cacos suelen actuar. Según señalan, «creemos que si los ladrones notan que por aquí pasan más agentes, eso podría tener un efecto disuasorio y hacer que se lo piensen más antes de plantearse volver a robar en esta zona».
Asimismo, recalcan que el hecho de ver coches patrulla haciendo ronda por allí les ayudaría a «reducir la sensación de abandono que sentimos los vecinos de esta parte del Tossalet en materia de seguridad».
Y ese no es el único problema que tienen cuando sufren algún robo u otra incidencia. Cuando llaman a emergencia para alertar de lo ocurrido, los agentes tienen dificultades para encontrar sus casas «porque la dirección que tenemos asignada, y a las que nos llega el correo, no corresponde con la que aparece en Google». Los programas de navegación de los vehículos les llevan a otro punto del municipio, ya «aquí no es como en el casco urbano, donde todos conocen la calle o se localiza fácilmente buscando en internet».
Es más, en alguna situación de emergencia se han encargado de ir dando instrucciones detalladas y guiando por teléfono a los cuerpos de seguridad para que localizaran su casa y pudieran llegar hasta aquí. «Y eso que estamos a escasos metros de la primera rotonda de acceso a Dénia desde la carretera de Ondara, en la que se ubica el estanco», explican.
En los últimos meses, la Policía Nacional de Dénia ha practicado diversas detenciones de ladrones. De hecho, el pasado mes arrestaron a tres hombres, de nacionalidad española, cuando iban a entrar en una vivienda situada en la zona de Les Rotes. Días antes ya habían intentado allanar esa misma casa, pero los vecinos lograron frustrar sus planes delictivos. Y cuando volvieron para tratar de acabar lo que habían empezado se encontraron con que había agentes revisando la casa y hablando con los que vivían cerca.
Al percatarse los policías de su presencia y ver que tenían una actitud sospechosa y que respondían a la descripción ofrecida por los vecinos, se acercaron a ellos y les pidieron que se identificaran. Sus versiones contradictorias y el llevar una bolsa con herramientas que podía servir para forzar cerraduras condujeron a su detención.