Los viajeros más fieles del Levante
Antonio y Juani ·
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Antonio y Juani ·
Burgos es la última parada de una campaña en la que estos leales aficionados han visitado once ciudades para animar al equipo de su corazónHugo Martínez
Valencia
Sábado, 24 de mayo 2025, 01:25
En el vibrante y apasionado mundo del fútbol, donde la lealtad se mide en kilómetros recorridos y gargantas desgastadas por el aliento, encontramos historias que ... trascienden la mera afición para convertirse en auténticas odiseas de devoción. Tal es el caso de Antonio y Juani, un matrimonio valenciano cuya vida se entrelaza con los colores del Levante Unión Deportiva. Su compromiso con el club granota va más allá del fervor ocasional; es una tradición, una forma de vida que los ha llevado a seguir al equipo por casi todos los rincones de la geografía española.
La semilla de esta pasión azulgrana fue plantada en el corazón de Antonio desde su más tierna infancia. «Pues mi marido, desde que era pequeño, iba ya con su abuelo», revela Juani, evocando una imagen tierna de complicidad intergeneracional en las gradas. Esta herencia familiar no solo prendió la llama, sino que la consolidó con el paso de los años, convirtiéndose en un pilar fundamental en la vida de la pareja. No hablan de un partido o un viaje específico que haya supuesto un antes y un después en su trayectoria como aficionados.
Para ellos, la experiencia global de seguir al Levante es lo que verdaderamente les marca. «Pues no, porque todo lo pasamos muy bien, o sea que no...», asegura Juani, dejando claro que la vivencia completa, incluyendo la cercanía con el equipo, es lo que valoran por encima de todo. De hecho, es habitual que se alojen en los mismos hoteles que los jugadores, buscando esa proximidad que alimenta su sentimiento de pertenencia. Cuando se les pregunta por el significado del Levante en sus vidas, la respuesta de Antonio y Juani trasciende lo meramente deportivo.
«Cada vez que pasa alguna cosa, mi marido se emociona demasiado», explica Juani, revelando la profunda conexión emocional de Antonio con el club. No es solo un equipo de fútbol; es una extensión de sus propias emociones, un catalizador de sentimientos que van desde la alegría desbordante hasta la desilusión, siempre vividas con una intensidad palpable. Los valores del club, el sentimiento de pertenencia a una comunidad, son aspectos que para ellos tienen un peso incalculable.
La fidelidad al Levante se mide también en la distancia, y Antonio y Juani han acumulado kilómetros de carretera en su afán por apoyar al equipo. «A ver, como largos, pues los de Coruña, los de Ferrol, Deportivo, Cádiz... O sea, los más largos, los más extremos», enumera Juani, destacando estos como los desplazamientos más extenuantes. Cada uno de estos viajes representa una inversión, pero para ellos, el rédito emocional supera con creces cualquier sacrificio en comparación.
A diferencia de muchos aficionados que optan por los viajes organizados en grupo, Antonio y Juani tienen una filosofía de viaje muy particular. «No, nosotros vamos siempre por libre». Esta autonomía es clave para ellos. «Vamos con el coche, paramos donde queremos, seguimos, salimos los días que queremos...», detallan. Esta libertad les permite adaptar cada desplazamiento a sus preferencias, disfrutando del camino tanto como del destino. Aunque en una ocasión hicieron una excepción y fueron a Cádiz en autobús, reconocen que están «acostumbrados a ir nosotros por nuestro ritmo», una elección que les brinda una gran comodidad.
La esencia de su apoyo al Levante reside en una «ilusión de verlos y de estar allí». Esta ilusión es incondicional, ajena a la categoría en la que milite el equipo. «Porque aunque estén en primera o estén en segunda nosotros vamos con ellos», subraya Juani. No se trata de un apoyo oportunista ligado al éxito deportivo; su lealtad es «de siempre». Si bien antes, por motivos laborales, «íbamos cuando podíamos», ahora, con la jubilación, la frecuencia de sus viajes ha aumentado bastante su frecuencia.
Aun así, su compromiso no es ciego. «No vamos a todos los campos», aclara Juani. Sus elecciones de viaje son estratégicas. «Porque siempre elegimos ciudades que no nos resulten un poco conflictivas en cuanto a las aficiones». Priorizan la tranquilidad y la seguridad, optando por «sitios pues un poco más tranquilos o donde sabemos que no se va a desplazar mucha gente por el horario o por las distancias».
La constancia de Antonio y Juani es digna de admiración. Llevan ni más ni menos que 16 años viajando juntos para seguir al Levante, una cifra que demuestra la profundidad de su arraigo con el club. Esta longevidad en la carretera los ha convertido en rostros familiares en numerosos estadios. Y su pasión no decae con el tiempo; de hecho, esta misma temporada han intensificado su compromiso, habiendo asistido a un notable número de 11 partidos fuera de casa. Esta dedicación, año tras año, partido tras partido, es un claro ejemplo de la pasión que une a Antonio y a Juani con el Levante.
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