Los niños de Vistabella son del Levante

Así lo relata Víctor, maestro del CRA Penyagolosa, colegio rural agrupado que reúne en Vistabella a alumnos de esta localidad, Atzeneta y Les Useres. Ellos ya han tocado la cima, pues viven a más de 1.200 metros sobre nivel del mar, pero sueñan despiertos con que su Levante alcance el cielo de Primera este domingo. «Están toda la semana mirando, que si tiene un 73% de posibilidades de subir, contra quién juegan los demás rivales, si pueden empatar o perder», comenta Víctor, que reconoce que ya hay incluso una pequeña fiesta ideada por si, como todo buen granota desea, el ascenso se produce en Burgos.

Pero, ¿de dónde viene esta afición de 15 niños y niñas al Levante en un pueblo que está a más de dos horas de Valencia? Pues muy sencillo. El resumen es que el amor por el fútbol y por unos colores mueve montañas. Ya llama la atención que los chavales de Vistabella tengan pasión por el balompié, pues en el recinto en el que estudian apenas hay una cancha de futbito y dos canastas. Y en el pueblo, del campo de fútbol de la Bassa Seca quedan las dos porterías.

Más que un recinto deportivo aquello es, cuando llega la época de lluvias y como su nombre indica, una balsa. Y cuando no, pues un improvisado almacén o un espacio para que pasten las vacas. Para jugar a fútbol, los padres y madres deben llevar a sus hijos a Vall d'Alba, a más de tres cuartos de hora en coche. Y a pesar de ello, los niños y niñas empezaron a interesarse por el balompié. Y uno de ellos, Arnau, quiso elegir equipo, pero se negó a tomar el camino fácil.

«Le dijo a su padre que él no quería ser ni del Barça o del Real Madrid... entonces estaba el Levante en Primera y como le cayó bien proclamó: '¡Pues del Levante!'», explica Víctor. El chico tuvo un gran poder de convicción, hasta el punto de que en el CRA de Vistabella la gran mayoría de alumnos son granotas, e incluso hay un rincón levantinista.

Pero esto no se queda ahí. Vistabella, durante el invierno apenas tiene un espacio donde se proyectan los partidos de fútbol: el bar del hogar del jubilado, y porque son los propios vecinos los que lo abren para las noches de Champions. Pues desde que los más jóvenes de la localidad tienen esta pasión por el Levante, también se han organizado quedadas para ver partidos importantes del conjunto granota.

«A lo largo de la temporada también intentamos organizar algún viaje al Ciutat. Con cuatro o cinco coches, según los adultos y los padres que queramos ir. Nadie tiene el abono, porque ir cada dos fines de semana no es viable», indica Victor, cuyo hijo es uno de estos granotas: «La temporada pasada, que el Villarreal B estaba en Segunda y nos pilla más cerca, fuimos». Niños como Joan, Matei, Juan, Pablo, Ulisses, Paula y Arnau han visto de cerca en los últimos meses al Levante. La última expedición fue una alegría, pues el equipo de Julián Calero venció con comodidad al Zaragoza.

Para este domingo, este reducto granota no se ha planteado ir a Burgos, ni se reunirán todos en el hogar del jubilado, pues son fiestas en Almassora. «Cada familia se organizará, pero lo que es seguro es que harán por ver el partido», señala Víctor.

Pero no se habla de otra cosa en el CRA de Penyagolosa. Si el Levante consigue el objetivo este domingo en Burgos, la celebración del ascenso será una actividad escolar más, y a primera hora del lunes. «Ya hemos dicho que a las 9:30 veremos el resumen del partido y que en educación física haremos el mural 'Som de Primera'. Lo colgaremos en el Racó del Levante UD», especifica Víctor. Además, se ha pedido que todos acudan al colegio con su camiseta del Levante.

«Ya hemos estado mirando cómo es la jornada, contra quién juegan los rivales... y hay el convencimiento de que si ganamos en Burgos, se habrá conseguido», comenta Víctor. En Vistabella, a dos horas de Valencia, en ese reducto de orgull granota, están preparados. Ahora ya todo depende del fútbol, que no es poco.