La falta de iluminación en algunas zonas de Moncada desata las quejas vecinales

Las quejas vecinales por la escasa iluminación son una constante en Moncada, tanto en el casco urbano como en las urbanizaciones y polígonos industriales. Hasta cuatro registros de entrada han presentado los vecinos de una zona céntrica solicitando la iluminación «urgente» de la calle y ninguno de ellos ha obtenido respuesta por parte de la administración local.

Los vecinos denuncian que desde noviembre llevan informando al Ayuntamiento de la necesidad de reparar o sustituir las luminarias porque ocasionan problemas de seguridad ciudadana y también, vial. En este sentido, desde el Partido Popular de Moncada afean el “pasotismo del equipo de gobierno socialista capitaneado por Amparo Orts".

"Se trata de la última zona urbanizada en el municipio, muy cercana al Ayuntamiento, que sufre la decadencia derivada del escaso mantenimiento del municipio", advierten. En concreto, los vecinos denuncian que hay varias luminarias fundidas y que necesitan únicamente reemplazarlas. Debido a la poca iluminación de la zona por este problema incluso un vehículo colisionó con una de las farolas y la derribó. Este incidente también fue comunicado y a las semanas la brigada de obras retiró la farola, pero sin sustituirla.

“En tres meses los vecinos colindantes a la plaza Escultor Ponsoda de Moncada han presentado hasta cuatro registros de entrada informando y alertando al consistorio de un grave problema de inseguridad ciudadana. La respuesta ha sido nula. Únicamente han retirado una farola que un vehículo derribó, pero no la han sustituido lo que agrava más aún el problema”, ha señalado el concejal popular, Vicente Valverde.

Por ello, los populares han lanzado un vídeo en redes sociales dando visibilidad a la queja de los vecinos y denunciando el estado en el que se encuentra esa zona. “Solo pedimos que se conteste a los ciudadanos en sus quejas que son más que necesarias”, concluye Valverde.

Pero no son los únicos que están "a la luna de Moncada". Una zona concreta de la urbanización Masias, que limita con las vías, ha permanecido sin alumbrado público casi ocho meses, con la única luz de dentro de las casa para alumbrase por la noche, hasta que en las últimas semanas el consistorio atendió sus reivindicaciones y se ha hecho la luz.

El fundido comenzó en el Passeig Tramuntana, sobre el mes de marzo, luego se extendió por la calle de Llevant y después a la de Ponent, porque según explican "se iban fundiendo y no se reponían", y también había una zona afectada por el robo de cable.

Los residentes denuncian la "inseguridad ciudadana" que han vivido durante todo este tiempo más de un treintena de viviendas. El solo hecho de tener que aparcar el coche de noche y llegar a casa, o quedarse solo en la vivienda con los niños, son situaciones que causaban temor. Además, facilitaba todo tipo de percances, desde tropiezos, accidentes y robos, hasta la proliferación de ratas y otros animales, como señalan.

Tras numerosas quejas y después de ver como el pueblo se iluminaba en Navidad cuando esta zona seguía en la absoluta oscuridad, el consistorio comenzó a reponer poco a poco las farolas.

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