El Aula Blava de Puçol acoge una exposición de los restos hallados por el buceador local Ximo Huerta

El Aula Blava, en el Espai Voramar de Puçol, donde también está situada la Oficina de Turismo y el Centro de Salud de la playa, acogerá de manera permanente los restos arqueológicos de más de 4.000 años de antigüedad hallados por el buceador local, Ximo Huertas, bajo el mar.

En total, son cinco fragmentos de ánfora romana que en otra vida sirvieron para transportar mercancías como grano, vino o perfume y que no tienen el suficiente valor como para colocarse en un museo, «en casa de cualquiera pierden su valor», apunta Ximo Huerta, quien las rescató hace 17 años, y que ahora ha firmado un convenio con el Ayuntamiento para cederlas y que formen parte del patrimonio histórico local.

Los cuellos de ánfora que el 19 de junio se cedieron a la localidad se recogieron en el año 2003 con el derrumbe de las casitas de la costa para crear el actual paseo marítimo. El actual presidente del Club Trotafons rescató las piezas que pudo y, durante varios años, las sometió a un proceso de limpieza y restauración, y las presentó ante la Conselleria de Cultura. Allí obtuvo la autorización pertinente para custodiarlas, pero el buceador seguía decidido a convertirlas en patrimonio local.

El siguiente paso fue llevarlas al Centro de Arqueología de la Comunitat Valenciana. Aunque los especialistas no les dieron demasiada importancia al tratarse de fragmentos, y no de ánforas completas, sí realizaron un estudio exhaustivo y elaboraron un informe con los datos de cada pieza.

Esta información se podrá contemplar junto con cada fragmento en el Aula Blava, tras un exhaustivo trabajo de rescate, restauración y burocracia que ha finalizado con una firma de convenio con el Ayuntamiento, cediendo las piezas a la localidad.

La elección del Aula Blava, «la propuse yo porque es un lugar ideal para que la gente pueda contemplarlas y sepa que Puçol, en tiempos romanos, era una vía muy importante para el comercio... Y que tenemos muchísima arqueología en nuestro mar«, comenta Ximo Huertas. »Sería muy interesante que, además, se acompañe cada pieza con explicación, porque una pieza sin información no tiene mucho atractivo«.

La concejala de Turismo, Elena Camerero señala que «es importante que todos los vecinos tengan la ocasión de conocer y contemplar este patrimonio histórico«, apunta y recalca el objetivo del aula que es »realizar este tipo de exposiciones, charlas... Pero no solo de temas relacionados con la playa, sino que está abierta a otro tipo de actividades: Desestacionalizar el aula para utilizarla todo el año«.

De hecho, cada vez más personas viven en la playa de Puçol durante todo el año, según apunta Paz Carceller, alcaldesa, «y este es un edificio más del Ayuntamiento para que los vecinos puedan disfrutarlo como espacio multiusos más allá del verano».

Para ello, aparte de esta exposición permanente de las piezas cedidas por Ximo Huerta, acompañadas de una colección de almejas locales, habrá también otras exposiciones temporales. La primera de ellas, de fotografía submarina a cargo del Club Trotafons, que se pondrá en marcha en julio.

Además, «a mediados de verano la cambiaremos por un concurso de fotografía sobre temas medioambientales relacionados con nuestra playa», comenta Daniel Sebastià, técnico de Turismo, «iremos renovando la exposición temporal cada cierto tiempo».