Un artista fallero denuncia que se queda fuera de las ayudas Paréntesis al tener el domicilio fiscal en Catarroja y la sede en Silla
Miguel Micó está al borde de cerrar su empresa y considera que esta situación es una «injusticia» que plantea llevar a los tribunales
ada dasí
Catarroja
Miércoles, 21 de abril 2021, 21:21
Al artista fallero Miguel Micó Sánchez ya no le vale el 'Tornarem' o el 'Aguanta la metxa' tras conocer que no puede optar a las ayudas Paréntesis al tener el domicilio fiscal en Catarroja y la nave alquilada donde trabaja en Silla. "Es un sin sentido", comenta, "en ninguno de los dos consistorios tengo derecho a esta dotación económica y se echan la culpa uno a otro mientras yo me quedo en el limbo, porque ninguno de los dos contempla esta situación".
"Nuestro sector es uno de los más castigados por la pandemia, si mi ayuntamiento, donde pago mis impuestos, no me ayuda, no sé lo que voy a hacer", comenta, "me tratan como si no existiera". Estas ayudas están destinadas a sectores de hostelería y ocio para paliar los efectos de la crisis económica y rondan los 2.000 euros por negocio o autónomo, subvencionados por la Generalitat, la Diputación y los ayuntamientos.
Miguel relata que se plantea echar el cierre, "tengo una bonificación del 90% de la tasa de autónomo y una indemnización de 600 euros mensuales que se supone que es para mi sueldo, pero con ello tengo que pagar el alquiler y los gastos fijos". "Ahora, también he tenido que abonar el IVA del primer trimestre que no es mucho, en Hacienda de Catarroja" explica.
"En Silla me han dicho que saldrá una segunda convocatoria en la que se excluirá el domicilio fiscal pero que será de menos cantidad, y que el resto de empresas que se han beneficiado en la primera también podrán solicitarla", advierte, "por lo que me estarán discriminando por segunda vez". Por ello, el artista se plantea llevar el tema ante la justicia, "sé que hay más personas en mi misma situación y hay que evitar que no podamos acceder a las ayudas que necesitamos para poder aguantar",
Miguel puso en marcha su negocio hace 12 años, en plena crisis. Ahora se enfrenta a una situación mucho más complicada porque "aunque yo quiero trabajar, no me han dejado", argumenta "entiendo la situación de las comisiones falleras porque no quieren perder falleros pero no puedo entender la postura de los ayuntamientos".