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Momento de la mascletà de ayer. damián torres
Regreso al origen de la mascletà

Regreso al origen de la mascletà

El disparo de Nadal-Martí utiliza morteros metálicos, aparatos que se remontan a más de dos siglos, para acabar con digital

P. MORENO

VALENCIA.

Miércoles, 6 de marzo 2019, 00:31

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Nuria Martí estaba ayer contenta y las miles de personas que acudieron a la plaza del Ayuntamiento padecieron dolor de oídos durante varios minutos. La mascletà tuvo casi de todo salvo lipotimias gracias al tiempo fresco y el viento que corría desde primera hora de la mañana.

Tuvo la recuperación de un modo de disparar como no se veía desde hacía mucho. «Igual en los años 40 se utilizó, pero no lo tengo claro», dijo la propietaria de la pirotécnica Nadal-Martí sobre los morteros metálicos o 'cantarellas' para formar el denominado 'engraellat'. La cadencia se notó en el balcón, aunque mucho más a pie de calle. «Procede de muchos siglos atrás y en Valencia sólo se ha empleado en una falla desde hace muchos años».

Fue la particular manera de volver a los orígenes, de encontrar una manera de mejorar el sonido y acoplarse a las medidas de seguridad implantadas en el último lustro. Aún así, la mascletà no se quedó ahí, sino que continuó con diseños más modernos, incluso con el empleo del disparo digital. En total, 200 kilos de nada.

La empresa repartió 200 kilos de material para mantener la intensidad con un final estruendoso

Esa fue la razón principal de que el respetable aplaudiera a rabiar y se fuera corriendo a la valla para homenajear a los pirotécnicos cuando todavía estaban dentro de la jaula. Los bombardeos y terremotos se sucedían sin pausa, antes del tradicional cierre hermético a modo de colofón.

La pirotecnia de l'Olleria, cuarta generación de la misma familia que antes tuvo la prestigiosa firma Úbeda. «Podemos estar contentos y satisfechos porque todo ha ido muy bien», dijo la dueña de la compañía. Sus tres hijos Diego, Javier y Vicente encabezaron el equipo de disparo.

Su bisabuelo fundó Pirotecnia Úbeda en 1932 y seguro que Nuria pensó ayer si utilizaba las piezas de hierro cargados de pólvora negra que sonaban como cañonazos. «Hemos querido hacer una mascletà antigua», dijo, para reconocer después que les había salido un poco de todo, es decir, una historia de la pirotecnia contada en unos pocos minutos estruendosos.

El proyecto pasaba por «ensordecer, atrapar y enloquecer al público», para comentar que «lo hemos intentado y lo hemos conseguido», en el cuarto año de presencia de la firma en el programa oficial de Fallas.

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