El sector hotelero ve «factible» recuperar la ruta directa entre la Comunitat y Estados Unidos

La reunión que mantuvieron este jueves el jefe del Consell y el director general de ventas de Delta Airlines, aerolínea que operaba el vuelo entre Valencia y Nueva York entre 2009 y 2012, dejó buenas sensaciones no sólo en el seno del gobierno valenciano, que ve la recuperación de la ruta directa como una prioridad que cada vez está «más cerca» de convertirse en realidad, sino también entre los empresarios del sector turístico valenciano.

La patronal hotelera de la Comunitat, Hosbec, ha sido una de las primeras en reconocer que la recuperación del vuelo transoceánico supondría una noticia positiva para el sector, por lo que apuesta por «trabajar a medio plazo» para conseguirlo. Fede Fuster, presidente de la organización empresarial hotelera y turística, ve que volver a disponer de una conexión directa en los próximos años es una opción «factible» en la que se lleva tiempo trabajando.

Sin embargo, desde el sector prefieren ser precavidos. Fuster reconoce que existen motivos para confiar plenamente en la reapertura de una línea directa entre la Comunitat y la superpotencia mundial, como el incremento de interés del viajero norteamericano por la ciudad de Valencia, pero también existen argumentos para no tener tan clara esa conexión entre el Miguelete y el Empire States, como por ejemplo la rentabilidad económica de la misma para la operadora encargada del servicio.

Vayamos por partes. Entre los aspectos que animan a pensar en positivo en lo referido a la ruta Valencia-EE UU destaca el aumento de interés por parte del turista norteamericano por la Comunitat. Desde Hosbec lanzan una advertencia: no tener un vuelo directo podría dejar atrás a la autonomía con respecto a otras regiones españolas contras las que compite en materia turística. «Conocen ya Madrid, conocen Barcelona, conocen sobre todo Andalucía, porque han tenido ya vuelos a Málaga, o a Sevilla. Tienen tiene tres vuelos semanales a Canarias y vienen casi siempre llenos», explica Fuster.

En ese aspecto la ciudad de Valencia puede tener la solución, ya que el turista estadounidense está siendo uno de los que más crece en el 'cap i casal'. De modo que, como explica Fede Fuster, «Valencia es el rompehielos», ya que «es el producto que más buscan y que más nos puede servir para conquistarlos».

El patrimonio artístico e histórico, la cercanía a otras grandes ciudades y la crisis, provocada por la invasión de algas, que sufren las playas caribeñas, principal destino de sol y playa del turista estadounidense, sitúan a la Comunitat en una posición cada vez más privilegiada. Pero sin conexión aérea directa la llegada de viajeros americanos se complica.

Y ahí entra en juego el escenario actual, en el que la recesión amenaza a la sociedad estadounidense, que hasta ahora encontraba gran beneficio en el cambio de dólares a euros. La incertidumbre tras los últimos movimientos políticos de Trump se ha multiplicado. La primera consecuencia ya inquieta al sector. «Hay una cosa que nos preocupa y es que ha caído mucho la demanda de viajes hacia Estados Unidos», comenta Fuster, quien asegura que ese puede ser un factor que condicione la recuperación del vuelo directo entre la Comunitat y EE UU: «Los vuelos sí vienen trayendo norteamericanos, pero tienen que también volver de vuelta. Y si en España ha caído la demanda de viajes porque vemos una administración poco amigable, políticas de inmigración mucho más estresantes...los aviones vuelven vacíos y eso no es negocio para aerolíneas. Eso nos puede restar».

Todavía no existe ninguna certeza sobre qué pasará con la ruta directa entre alguno de los aeropuertos valencianos y Estados Unidos. Lo que está claro es que este verano la Comunitat recuperará trece años después un vuelo transoceánico. La aerolínea canadiense Air Transat conectará Valencia con Montreal (Canadá) una vez por semana entre junio y octubre.

Para el sector hotelero la conexión con Canadá supone un avance importante en el intento de volver a penetrar en América, ya que el americano «es un mercado que tiene un alto poder adquisitivo». Sin embargo, el caso de Canadá es característico. A pesar de ser un país con una gran extensión de terreno (9,9 millones de kilómetros cuadrados) apenas cuenta con 40 milones de habitantes (España tiene 505.944 una superficie de kilómetros cuadrados y 49 millones de habitantes).

«Hemos conseguido un vuelo. Sale de Montreal, que está muy bien porque Canadá es muy grande, pero está muy poco poblada», explica Fede Fuster.