Los pocos bancos que se resisten a cerrar oficinas en la Comunitat

Los datos de la Conselleria de Hacienda reflejan que en la actualidad existen 2.157 sucursales de bancos y cajas de ahorro en la Comunitat Valenciana. Una cifra que no ha dejado de caer en los últimos años ya que en 2010 eran más de 4.000 las que estaban activas. Fue con la crisis económica cuando se comenzó a fomentar absorciones que conllevaron un sinfín de cierres y la práctica desaparición de las cajas de ahorro. Pero una de las pocas que resistió fue Caixa Ontinyent, que optó por un crecimiento más acorde a su estructura que le ha permitido estos años incluso abrir oficinas. Desde la pandemia no ha seguido con su expansión pero tampoco ha echado el cerrojo a ninguna oficina. José Pla, su nuevo presidente, admite que están en un proceso de repensar su futuro aunque deja claro que no pasará nunca por reducir su estructura actual compuesta por 44 oficinas.

El grupo Cajamar, entidad en la que se integraron diferentes cajas de ahorros valencianas, es otro de los actores que nada a contracorriente. Desde la firma remarcan que se han mantenido en 2021 las 290 oficinas y 66 agencias con las que cuentan en municipios de las tres provincias valencianas y recuerdan que también disponen de sedes itinerantes que dan servicios a cientos de valencianos en más de una veintena de pueblos sin servicio. Las únicas modificaciones que se han realizado pasan por transformar oficinas en agencias pero desde el grupo insisten en que se mantienen los servicios.

Más allá de las empresas financieras que no han optado por cierres está Caixa Popular, que incluso ha logrado el hito de realizar dos aperturas en el primer semestre de 2021. La sociedad valenciana cuenta con una red de 76 sucursales después de haber inaugurado en la calle Cirilo Amorós de Valencia y otra en la ciudad de Dènia. Una estrategia ya iniciada en el ejercicio anterior y que ni siquiera detuvo la pandemia ya que en 2020 también se registraron dos aperturas. Esta apuesta les permitió ampliar también la plantilla en 19 personas y el total de empleados asciende a 385, donde el 88 % son socios de trabajo, y por tanto propietarios de la cooperativa.

Pese al esfuerzo de estas tres entidades es una evidencia que la estrategia general, en especial de los gigantes del sector, pasa por continuar recortando estructura y esta situación ha llevado a que decenas de municipios se hayan quedado sin ninguna sucursal bancaria. Ante esta problemática y con el objetivo de prestar el servicio de los cajeros automáticos para frenar la despoblación, la Generalitat ha desembolsado ocho millones en un concurso público para instalar 135 cajeros. La convocatoria, que se ha dilatado más de lo previsto debido a que tuvo que ser modificada ante el temor de quedar desierta, se ha cerrado en los últimos días y el adjudicatario ha sido Caixabank, que gestionará el servicio hasta 2025.