La hostelería valenciana, contra Díaz y su «desafortunada» idea de limitar la hora de cierre

La indignación de los hosteleros de la Comunitat frente a la vicepresidenta segunda se alimenta de antiguos agravios, como la amenaza de reforzar la labor inspectora del Ministerio de Trabajo que lanzó el año pasado, en vísperas de la Feria de Abril, con las casetas sevillanas en su diana. Ahora, sus declaraciones contrarias al actual modelo laboral de la restauración van más lejos, son de orden general y desatan un profundo malestar en Conhostur, como recalca Espinar, quien además recuerda que «los horarios en nuestro país están regulados por ordenanzas municipales y autonómicas». De ahí que afee a Díaz que sostenga una opinión «que no es competencia del Gobierno central». Su respuesta, no obstante, se dirige al fondo de la polémica: a la puesta en cuestión por parte de la vicepresidenta de un ecosistema que reporta elevados beneficios al tejido económico de la Comunitat, y del resto de España, precisamente cuando lo que Espinar denomina «el estilo de vida y de modelo de ocio de España es cada vez más visible e imitado en Europa».

Su contestación a Díaz se sitúa en la línea de la estrategia del conjunto de la patronal española, cuyo presidente, el aragonés José Luis Yzuel, reaccionó en términos muy concluyentes: le parece que su idea es una «majadería» y se muestra dolido especialmente con la versión de la vicepresidenta, que había asegurado que sus reflexiones sobre los límites horarios llegan después de reunirse con el sector: «Con nosotros no se ha reunido y eso que somos el 75% de la facturación». El sector, a nivel nacional, representó el año pasado el 6,5% del PIB español y cuenta con 1.764.000 trabajadores afiliados a la Seguridad Social. Su nivel de facturación ascendió ese año a 135 millones de euros, tras superar la caída de ingresos fruto de la pandemia y volver al nivel precovid.

También en la escala valenciana la hostelería representa un potente sector económico. La producción de la hostelería constituye por sí sola el 6% del valor añadido bruto total de la Comunitat, según un estudio publicado por la Generalitat en el año 2020, «sin tener en cuenta el impacto adicional que su actividad supone para la actividad y demanda de otros sectores». De acuerdo con el informe del Consell, en aquel momento gobernado por el tripartito de izquierdas, esas cifras convierten a la hostelería «en un sector fundamental para la economía valenciana». «Se trata de un sector intensivo en mano de obra», recalcaban los autores del documento, quienes se apoyaban en varias cifras significativas: suponía ya entonces «el 8,7 % del empleo en la Comunitat». «Además», añadía, «el sector constituye una fuente de empleo de especial importancia para trabajadores que a menudo pueden enfrentarse a una inserción laboral más complicada, como los jóvenes, los extranjeros, las personas con formación básica o las mujeres. »El peso de la hostelería es un rasgo que caracteriza el patrón de especialización de las tres provincias de la Comunitat Valenciana, pero especialmente en el caso de Alicante y Castellón, donde el peso sobre el empleo total supera claramente la media nacional y se sitúa por encima de Valencia«, añadía el informe.

Unos datos que no arredran a Díaz en su cruzada contra la apertura más allá de la medianoche. En su intervención ante sus compañeros de Sumar en el Congreso, fue muy concluyente («No podemos pretender seguir ampliando los horarios hasta no sabemos qué hora», aseguró) aunque eludió detallar en qué consiste exactamente su iniciativa. Sí que avanzó que su departamento está trabajando en una racionalización del tiempo de trabajo. «Hay que abrir un gran debate social», añadió.