El Consell transformará Feria Valencia en una empresa pública después de meses de bloqueo
Economía acepta la propuesta de Hacienda al quedar enterrado su proyecto y ambos esperan tener lista la firma antes de 2022
Fumata blanca. El comité ejecutivo y el patronato de Feria Valencia donde están presentes miembros del Consell de PSPV y Compromís han desbloqueado el conflicto sobre su refundación tras acordar convertir la institución, que se encontraba en un limbo legal entre lo público y lo privado, en una empresa dependiente de la administración autonómica tras meses de debates que han paralizado el proceso.
La fórmula adoptada permitirá crear una mercantil mediante un modelo similar al de la Ciudad de las Artes y las Ciencias S.A. (Cacsa) o el Aeropuerto de Castellón e implicará que la cúpula no sólo esté formada por representantes públicos sino también por dirigentes del mundo empresarial, tal y como es ahora. José Vicente Morata, presidente de la Cámara, respaldó la decisión y recordó que la institución «es clave para la Comunitat Valenciana».
Tal y como destacaron Natxo Costa, subsecretario de la conselleria de Economía, y María José Mira, secretaria autonómica de Hacienda, el avance más significativo que supondrá esta decisión es que, al generarse una empresa pública, se podrá cerrar el proceso de reestructuración de una millonaria deuda que asciende a más de 470 millones. «Con esta decisión podemos eliminar la incertidumbre», insistió Mira.
Este había sido el mayor escollo hasta ahora ya que aunque estas obligaciones habían sido asumidas aún figuran en las cuentas de la entidad con la forma de una cuenta acreedora que lastra la actividad. La Generalitat contará con toda la deuda así como los activos, cedidos por el Ayuntamiento de Valencia durante 50 años mediante la fórmula de mutación demanial.
Con esta transformación también se puede cumplir el criterio de la Abogacía de la Generalitat, que rechazó la propuesta de la conselleria de Economía y Compromís para crear una empresa privada con control público similar a la Cámara de Valencia. De esta forma, se aceptan las tesis de la conselleria de Hacienda y el PSPV, que abogaban por este modelo. Ambos departamentos habían mantenido un conflicto político respecto a este tema en los últimos meses. Pero aunque se haya impuesto la actual posición de Hacienda, en el departamento pretendían, al inicio de este proceso iniciado en 2017, crear una empresa privada. Por su parte, Economía también cambió su posición ante el rechazo de diferentes modelos pero ahora se muestra cómoda con la resolución final.
Esta decisión implica un paso fundamental para un debate que había quedado encallado y en el que ha costado años dar cada paso. La voluntad del Consell pasa por crear esta empresa pública a través de la transformación de la actual sociedad aunque quedan por definir puntos como si será una única firma, compartida con la Feria de Alicante, o dos de manera independiente.
Para que la reconfiguración sea efectiva el Consell deberá aprobar un decreto, algo que se espera que pueda ser una realidad antes del fin de año. Una vez concluido este proceso, los trabajadores pasarán a depender de la nueva mercantil y sus puestos estarán asegurados en el corto plazo. Aún así, no se descartan ajustes futuros cuando esté cerrado el cambio ya que el sector ferial está en plena transformación. Por ello, el acuerdo firmado entre el Consell y el Ayuntamiento también incluye que parte del recinto podrá ser utilizado en actividades complementarias.
Salva 2020 pero pierde tres millones
2020 no fue ni mucho menos un año fácil para Feria Valencia por el impacto del coronavirus que llevó a la anulación de casi la totalidad de los eventos pero pese a ello la institución pudo salvar los muebles por unos ajustes que permitieron obtener un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 200.000 euros. Eso sí, por otras causas se registraron tres millones de pérdidas en el resultado final.
Tal y como se informó tras el patronato, Feria Valencia logró mantener unos ingresos de 12,7 millones, que aunque representan casi la mitad de lo normal no son nada desdeñables teniendo en cuenta que la pandemia arrancó en marzo. En gran medida, la celebración de Cevisama, la feria del azulejo que representa casi un tercio de la facturación, les permitió conseguir este hito.
Por otro lado, el importante ajuste de personal con los ERTE y otras medidas también ayudaron a contener el gasto, situado en 12,5 millones. Por tanto, el resultado negativo no es por la propia actividad sino por abonos extraordinarios derivados del proceso de subrogación de la deuda y otras cuestiones.
El ejercicio actual ha sido mucho más complicado para la institución por el hecho de que Cevisama y otras citas internacionales no han podido ver la luz. Aunque ya se han retomado eventos, la estimación de resultados prevé pérdidas de casi cinco millones. Las mismas serán compensadas con una ayuda directa de la Generalitat.
