Más control sobre la vivienda turÍstica con el apoyo local
El plan de inspección del Consell y la delegación de competencias sancionadoras a los ayuntamientos consolidan un modelo más justo y sostenible
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Domingo, 3 de agosto 2025, 00:06
El turismo no es solo una fuente de ingresos para la Comunitat Valenciana. Es parte de su identidad, un motor económico que da vida a ciudades y pueblos, que llena terrazas, playas y mercados y que sostiene miles de empleos directos e indirectos. Pero para que ese modelo sea sostenible y justo, necesita reglas claras y herramientas eficaces. En este contexto, la nueva Ley de Viviendas de Uso Turístico ha marcado un antes y un después.
En apenas un año, esta norma ha removido los cimientos de un sector que crece rápido, pero que también necesitaba orden. Desde la entrada en vigor del Decreto-ley 9/2024, la Comunitat Valenciana ha desplegado un ambicioso plan para poner nombre, apellidos y coordenadas catastrales a una actividad que, sin control, desdibuja el modelo turístico y tensiona el acceso a la vivienda.
No obstante, este primer año no ha sido solo de reformas normativas. Ha sido, sobre todo, un ejercicio de acción.
Buena parte del protagonismo en esta nueva etapa lo asumen los ayuntamientos. Valencia fue el primero en adherirse al convenio que permite a los municipios ejercer directamente las competencias sancionadoras sobre las VUT irregulares en su término municipal. Le han seguido Benidorm, Faura, Font d'en Carròs, Piles y Ayora, todos con la capacidad organizativa necesaria y cuerpos de Policía Local operativos. Esta descentralización permite una respuesta más rápida y eficaz ante las infracciones. El caso de Valencia es revelador: solo en el primer trimestre, ha recaudado más de 30.000 euros en sanciones.
La Generalitat, por su parte, no ha bajado la guardia. A través de reuniones, formaciones técnicas y webinars con más de 200 participantes, ha acompañado a los ayuntamientos en el proceso, cuidando que la nueva herramienta no quede en papel mojado. Porque, si bien la norma ha fijado un marco más claro, el reto está en su aplicación.
Y ahí entra en juego el Plan Anual de Inspección 2025. Un instrumento que no se limita a detectar irregularidades, sino que busca proteger a quienes cumplen, garantizar la calidad de la oferta y apostar por un turismo más sostenible. Las inspecciones ya no son solo reactivas; también se hacen de forma aleatoria, se vigilan enclaves clave como el puerto de Valencia o el litoral de Alicante y se controla que guías y empresas cumplan con la accesibilidad y demás requisitos legales. Algunos subprogramas ya están ejecutados al 100%.
En paralelo, la depuración del Registro de Turismo avanza por fases. Se han eliminado miles de registros sin datos básicos como el NIF o la referencia catastral. Un trabajo minucioso que, junto al resto de medidas, empieza a dar sus frutos.
La Comunitat Valenciana no quiere renunciar al valor que representa el turismo, pero tampoco está dispuesta a que sea a cualquier precio. Apostar por un modelo más justo, legal y sostenible es el camino para asegurar que ese turismo siga generando bienestar sin deteriorar el territorio ni desequilibrar la convivencia. En eso están, paso a paso, administraciones y municipios.