Cámara Valencia urge la ampliación del aeropuerto para evitar la pérdida de 1.000 millones y de 16.000 empleos

Así lo ha reclamado la entidad cameral en un estudio publicado este jueves en el que analiza la saturación operativa de la instalación, que, según explica, en el próximo lustro podría llegar a operar un 65% por encima de su capacidad, en caso de que no se realizaran las actuaciones de ampliación. De hecho, las cifras acumuladas hasta julio permiten a Cámara Valencia afirmar que el año concluirá con el aeropuerto operando un 19,6% por encima de su capacidad, es decir, atendrá a 4.127 pasajeros cada hora, cuando su capacidad es de 3.450 pasajeros cada hora.

Para 2030, cuando los cálculos realizados por Cámara esperan que por el aeródromo valenciano puedan pasar hasta 17 millones de personas al año el excedente de pasajeros por hora superará los 2.200. "A diferencia de otros aeropuertos, la ausencia de una holgura en la capacidad del aeropuerto de Valencia confirma que la terminal está al límite de su capacidad. Esta falta de margen para absorber crecimientos futuros de viajeros justifica la necesidad de ampliación (especialmente con proyecciones que superarán los 17 millones de pasajeros en 2030)", explican desde el organismo.

El organismo presidido por José Vicente Morata no solo avisa de los posibles riesgos que puede suponer la no ampliación para la gestión aeroportuaria, sino que también advierte de las posibles pérdidas para la economía y el tejido empresarial valenciano. "El coste de oportunidad asociado a la insuficiente capacidad aeroportuaria va más allá de los efectos inmediatos sobre la operativa del transporte aéreo, y se convertirse en un factor limitante de la competitividad empresarial, la atracción de inversiones extranjeras y el desarrollo del tejido económico regional", indica el informe.

En concreto, Cámara Valencia estima que «la falta de adecuación de la infraestructura» podría dejar unas pérdidas de 1.024 millones anuales hasta 2030 en términos de Valor Añadido Bruto (VAB) y podría llegar a afectar a más de 16.000 puestos de trabajo.

La mayoría de las pérdidas (nueve de cada diez euros) recaerían en el sector servicios, especialmente en actividades relacionadas con el turismo y la hostelería. Aunque, según explica Cámara en el informe, todos los sectores exportadores podrían verse perjudicados en caso de que no se ejecute la ampliación.

Las últimas cifras de transporte de mercancías aéreas indican que en enero de 2025 el volumen de carga se incrementó un 6,1% en términos interanuales, lo que situó al aeropuerto de Valencia como el sexto de España con mayor carga. En esa línea, la entidad considera que cualquier proyecto de ampliación no solo debe poner el foco en el transporte de pasajeros, sino también en el de mercancías, al mismo tiempo que vaticina que la mejora de la infraestructura de carga aérea del aeropuerto "mejoraría la complementariedad estratégica con el Puerto de Valencia, lo que fortalecería el modelo de logística multimodal valenciano".

Para que pueda llevarse a cabo la ampliación es necesaria, según Cámara Valencia, una distribución de fondos que deje en mejor lugar al aeropuerto valencinao. El organismo exige una revisión de las inversiones previstas para la instalación valenciana entre 2022 y 2026, de las que ya se han ejecutado un 95% sin acabar con el problema de la saturación, puesto que el aeropuerto de Manises tan solo recibirá un 1,5% del total de inversiones (33,4 millones de los 2.250 millones destinados al conjunto de aeropuertos) a pesar de la aportación que realiza la provincia de Valencia al conjunto de España en términos de PIB (5%).