Eugenio Calabuig y Celia Calabuig: vasos comunicantes

Las puertas de l'Oceanogràfic de Valencia han vuelto a abrirse y con una profunda renovación que ha significado la inversión de nueve millones de euros para lucir como se merece una de las joyas del atractivo turístico y cultura de la Comunitat. Entre el vaivén de invitados que recorren la instalación el día de su reinauguración, dos hermanos acompañan en su paseo al presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

Eugenio y Celia Calabuig sonríen, saludan y reciben enhorabuenas, pero es ella la que ese día lleva la voz cantante, al ser la presidenta de Avanqua, la nueva sociedad gestora del complejo. Aunque ha sido hasta hace poco él quien se había tenido que exponer más a las luces de la opinión pública, lo cierto es que es conocido el excelente tándem que forman en la gestión de los intereses de la familia, entre los que destaca la centenaria compañía Aguas de Valencia, en la que Eugenio Calabuig es presidente.

El hecho de que Celia Calabuig esté capitaneado esta alianza que forman Aguas de Valencia con un 57% del accionariado, el acuario de Vancouver con el 25% y la sociedad Ket Gestión con el 18% restante, se entiende como la oportunidad de verla crecer públicamente de forma autónoma y no sólo de puertas para adentro de la empresa.

De hecho, en el momento de la presentación de la composición del consejo de Avanqua sorprendió la ausencia de Eugenio Calabuig, al haber sido hasta ese momento la única cabeza visible del grupo empresarial que domina Aguas de Valencia. Además, la implicación de Celia se veía acompañada con voz y voto en el órgano de decisión de la sociedad de su otra hermana Mercedes Calabuig, convertida en consejera de la sociedad.

La historia empresarial de la familia es dilatada y viene marcada por una ascensión continua desde Castellón, donde otra parte de la familia también ha escrito su propia página de la historia de la economía de la Comunitat Valenciana, los Gimeno, responsables del grupo empresarial que lleva su nombre y que integra gestión de aguas, turismo y hasta un parque acuático, Aquarama.

Hace ahora algo más de un año los Calabuig lograba imponer la paz accionarial definitiva en Aguas de Valencia, consiguiendo la valencianización de la compañía con la salida del accionariado de la empresa de gestión de servicios hídricos de La Caixa y de la compañía francesa Suez Environnement, considerada por muchos como un auténtico caballo de Troya, al ser uno de los principales accionistas de su rival Aguas de Barcelona (Agbar).

La pieza se pudo cobrar tras lograr en septiembre de 2014 un acuerdo con los franceses para comprarles el 33% del capital de la empresa que preside Eugenio Calabuig. De este modo, a través de Inversiones Financieras Agval, participada a su vez al 100% por su empresa familiar, Fomento Urbano de Castellón, consiguió controlar ya prácticamente todo el capital.

El objetivo de esta empresa ya vuelve a ser plenamente la gestión de su propio negocio sin ruidos ni interferencias que distraigan al equipo. Actualmente, Aguas de Valencia es un potente grupo empresarial compuesto por 16 empresas especializadas en diferentes áreas relacionadas con la gestión hidraulica que hacen que sea única en su sector y que le permite consolidar su posición en el territorio nacional, ampliando sus expectativas de expansión en el panorama internacional. De hecho, presta servicio en más de 300 municipios de España, África y América Latina y su plan es ganar cuota de mercado nacional y en el extranjero.

En 2014, el Grupo Aguas de Valencia gestionó el agua de 404 ciudades españolas. Lo que ha significado más de 250 hectómetros de agua depurada y tratada. Para lograrlo, la empresa gestiona en la actualidad más de 335 estaciones depuradoras de aguas residuales en el conjunto de España, 65 depuradoras de tratamiento primario, 247 estaciones de bombeo, buena parte de ellas se encuentran en la Comunitat pero además se mantienen y explotan plantas también en Andalucía, Aragón, Cantabria, Cataluña y La Rioja.