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Marcos Sánchez
Valencia
Domingo, 11 de mayo 2025, 23:19
Jugándose el título de la Liga Femenina, después de ganar el primer partido en la Fonteta y con el objetivo de cerrar una temporada notable, ... estos ingredientes unidos son la excusa perfecta para juntarse con los amigos a cenar y tomarse una cerveza mientras se disfruta viendo al Valencia Basket contra el Casademont Zaragoza. Es mayo, y el calor ya lleva apretando un tiempo, y qué mejor que llevar la camiseta de tirantes del Valencia Basket, que permite disfrutar de ello. Esto mismo opina Jessica Lázaro, que viene a disfrutar junto a su padre y su madre de una gran tarde de baloncesto. «Llevo siempre la camiseta del Valencia Basket a los partidos, y ahora que la temperatura está subiendo con el verano, entonces ir así en tirantes es lo mejor», menciona. Esta aficionada taronja es una de las personas que este domingo han vibrado desde la distancia, en la cafetería de L'Alqueria, cn el encuentro donde el equipo de Rubén Burgos ha logrado su tercer título de liga consecutivo.
Los nervios antes de que empiece el partido son palpables; lo que hay en juego no es nada más ni nada menos que el tercer título de liga consecutivo del Valencia Basket. Algunos van pidiendo las primeras tapas, van calentando motores para lo que se viene, esperando que llegue ese último amigo que es siempre el más tardón o que le cueste aparcar un poco más. El ejemplo es José Lahuerta, que, tras ser el último en llegar en su grupo, muchos amigos lo reciben entre risas y choques de manos. «Soy el último, pero tengo un motivo, y es que he tardado en salir de casa, pero al final he llegado a tiempo», explica el seguidor del Valencia Basket.
Lo bueno es que todos los que han decidido reunirse para ver al Valencia Basket lo pueden ver desde tres ángulos, pese a que no se haya dispuesto una pantalla tan grande para una cita tan importante. «Nos hemos juntado un par de amigos a ver el partido porque así cenábamos y lo veíamos juntas», vuelve a decir Jessica Lázaro.
Empieza el partido, siguen habiendo huecos en alguna mesa, alguno no ha llegado a tiempo y, con prisas, se sienta y pide un bocadillo. No empezaban bien las chicas de Rubén Burgos, y las malas caras se sucedían durante los primeros minutos del primer cuarto, pero, conforme poco a poco el encuentro se iba equilibrando y las taronjas apretaban con tiros de dos y de tres, los aficionados aplaudían y celebraban cada jugada con fervor.
Es más, a todos nos sale esa vena de entrenador o analista cuando está al frente del televisor, donde las cosas se tuercen, y en otro grupo de amigos y amigas se escucha decir: «Alba Torrens y Raquel Carrera están tirando del carro, estamos remontando por eso, si siguen así vamos a ganar la final», afirmaba un aficionado taronja presente en el bar.
Se termina el segundo cuarto, el Valencia Basket está por delante, y qué mejor momento que este, donde hay un receso de casi diez minutos, donde se le puede hincar el diente al bocadillo antes de seguir disfrutando y compartiendo momentos con todos los amigos. Otros que sufren este tipo de jornadas son los camareros y los cocineros del bar, que no paran un segundo atendiendo y sirviendo a todos los aficionados taronjas.
Empiezan los dos últimos cuartos, cada vez hay más nervios; cada triple o cada buena acción que dé puntos de las jugadoras taronjas se celebra con más energía, sabiendo que el título está cada vez más cerca del título. «Estoy nerviosa, habíamos empezado un poco por detrás, pero ahora nos hemos enchufado y le sacamos una buena ventaja al Casademont Zaragoza», afirmaba Lucía Giner.
Último cuarto, a algunos ya no les quedan uñas. El Valencia Basket no tiene una diferencia muy amplia; unas amigas se miran unas a otras y aprietan los puños, pensando que queda muy poco, algún abrazo de afecto y celebración de cada una de ellas. Y llega el mazazo y las malas caras: Raquel Carrera, que, según algunas aficionadas del Valencia Basket, estaba siendo de las mejores durante el encuentro, cae lesionada.
Menos de cinco minutos para que termine el partido, el Valencia Basket femenino está muy cerca del título. La ventaja es de solo cinco puntos; por eso, los nervios se tornan en impaciencia cuando hay alguna falta personal o tiro libre para el Casademont Zaragoza. Se escucha algún grito de ¡Vamos! por cada punto.
Dos últimos minutos de partido, entra el momento de las estrategias de los dos equipos, parando el tiempo y cortando el ritmo del encuentro para perjudicar al rival o planificar estos últimos minutos. Un triple de Jahupova se celebra como si fuese la victoria, aleja al Casademont Zaragoza; algunos se levantan hasta de sus sillas. Se empieza a corear «Lolololo», los aficionados taronjas agitan sus banderas, ya se ven ganadores. A menos de treinta segundos, al que se añade el grito de campeonas.
El Valencia Basket es campeón. La gente se levanta y celebra el título conjuntamente; además, celebran y aplauden las palabras de Leticia Romero en la televisión. «He disfrutado mucho el partido, las chicas lo han hecho muy bien. Estoy muy contenta», decía una aficionada taronja. Llega el momento de levantar el título. La gente celebra y se prepara para marcharse a casa después de una jornada intensa de baloncesto.
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