Golpe de orgullo para matar fantasmas

Juan Carlos Villena

Valencia

Viernes, 24 de septiembre 2021, 18:20 | Actualizado 21:26h.

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Soy valiente, pero no tanto para que no juegue Tobey con tantas bajas si no tiene problemas físicos. La frase la pronunció anoche Peñarroya, consciente de que el partido mayúsculo que acababan de firmar sus jugadores en el Congost tenía el peligro de desviar la atención del drama de las lesiones. La última es la de Tobey, que no jugó en Manresa por tener molestias en el pubis y no por descanso pensando que mañana se vuelve a jugar contra el Murcia. Por tanto, si no mejora de ese dolor el americano tampoco será de la partida contra el UCAM. Con cinco bajas, menos mal que volvió Hermannsson, los valencianos apretaron filas para poner un nivel de intensidad que se llevó por delante al Manresa. Con la juventud al poder. Puerto (17 puntos, 7 rebotes y 20 de valoración), la intendencia de Bressan cubriendo la baja de Tobey, Dimitrijevic (17 puntos, 6 asistencias y 19 de valoración) más la ayuda de Pradilla y Ferrando (+24 entre los dos en la estadística del +/- en pista), fueron clave. Testigo de todo ello fue Juan Roig desde el palco. El mecenas del club bajó al vestuario junto a Paco Raga a felicitar al equipo. Dos días después de que Peñarroya dejara claro que el club ya sabe lo que piensa sobre la necesidad de reforzar la plantilla por las bajas.

No es fácil marcharse diez arriba en una pista tan caliente, volvió el público, como el Congost cuando tienes cinco bajas y pierdes 13 balones. El equipo de Peñarroya lo consiguió (28-38) a base de defender. Ese es uno de los nuevos sellos que quiere implantar el técnico catalán a su equipo. Sus mayores aplausos en los dos primeros cuartos no fueron para el acierto ofensivo (Dimitrijevic se fue a los 10 puntos y entre Dubljevic y Labeyrie sumaron 15) sino para la actividad defensiva de sus jugadores. Ahí, el paso al frente de Ferrando, Puerto y Bressan ya fue espectacular. Un avance de lo que iba a venir poco después. Los tres se mostraron como una roca atrás en ese primer segmento del partido, demostrando que en la filosofía del club de no fichar temporeros, mientras no se demuestre lo contrario así va a seguir siendo, su concurso va a ser mucho más que importante. Es vital.

La clave del triunfo llegó en el arranque del tercer cuarto. El Valencia Basket no bajó el pistón, lo subió, para comenzar a encarrilar la victoria (33-46). Peñarroya, a cada bajón de su equipo, subía un tono de pantone de color el rostro. Bronca tras el 39-46 y su equipo vuelve a estirar hasta el 41-53. Los taronja vieron sangre y con el 49-66 del final del tercer cuarto dieron el golpe definitivo. Por mucho que el Manresa intentara remontar, la máxima se fue a los 24 (63-87) y la rotunda victoria viajó a Valencia.