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Valentino Rossi y su Yamaha durante los entrenamientos libres en Aragón EFE
Sólo un milagro puede salvar a Yamaha de su récord negativo
GP Aragón

Sólo un milagro puede salvar a Yamaha de su récord negativo

Márquez domina a las Ducati en los entrenamientos del GP de Aragón y se sorprende del «extraño» rendimiento de los pilotos de la casa azul

borja gonzález

Alcañiz (Teruel)

Viernes, 21 de septiembre 2018, 20:00

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 «¿Dices que este es un año perdido? No, doy vueltas por el mundo, veo un montón de ciudades bonitas y hablo con vosotros, no es completamente perdido». Valentino Rossi ironizaba tras la primera jornada de entrenamientos del Gran Premio de Aragón sobre la situación de Yamaha, que de no ganar este domingo batiría un récord negativo de carreras sin ganar para la marca japonesa: desde la prueba de Assen de 2017, precisamente con Rossi como protagonista, la moto japonesa no sube al primer puesto de un podio de MotoGP, lo que ha elevado la racha hasta las 22 consecutivas, igualando lo que ocurrió entre las últimas siete carreras de 1997 y las 15 primeras de 1998. Si Rossi o Maverick Viñales no ganan en el Motorland de Aragón, en un gran premio que lleva por nombre el de su principal patrocinador, Movistar, llevarían el récord hasta el guarismo 23 con, lo que es peor, la sensación de que este puede seguir creciendo. Este viernes Rossi y Viñales terminaron noveno y décimo, respectivamente, los dos a más de un segundo de la Honda de Marc Márquez.

«Por lo menos estoy entre los diez primeros», continuaba el italiano. «Como me esperaba, no ha ocurrido ningún milagro. Si había una pista que nos podía ayudar esa era Misano, no Aragón, que es un trazado históricamente difícil para nosotros, con curvas largas y poca adherencia». Esa falta de agarre es lo que está matando a las Yamaha, que ya ni siquiera enseñan en los puestos delanteros a su satélite Johann Zarco, que tras un buen inicio de año ha caído a la parte media de la tabla justo a raíz de que se anunciase su paso y el de su equipo, el Tech3, a KTM en 2019. «Lo de Yamaha es extraño, pero ya es un poco la tónica de estas últimas carreras», reconoció Márquez, que en el inicio del curso no se fiaba de los lamentos de los pilotos de la casa azul, sobre todo porque mantenía a Rossi como segundo en la general. «Es difícil de entender, porque a veces vas detrás de ellos y realmente tienen puntos muy fuertes en los que van mejor que yo. En algunos puntos no podía seguir a Viñales, pero tienen puntos débiles que seguramente arreglarán tarde o temprano», explicó, a la vez que sonreía al no querer detallar esas debilidades para no dar pistas a sus rivales. Los problemas en Yamaha comenzaron ya en 2017, sobre todo cuando Viñales pasó de ser el favorito al título a no poder pelear las victorias a Márquez y Dovizioso. Primero se habló del chasis, después se apuntó a la electrónica, e incluso Rossi citó al motor tras el fiasco de Misano, su carrera. Sea cual sea el problema, lo cierto es que en Yamaha han decidido crear un equipo satélite con sede en Europa (el actual suele trabajar en Japón en circuitos que no suponen una gran referencia y con Katsuyuki Nakasuga como piloto, lejos del nivel mundialista) y que contará con Jonas Folger como elemento central, un hombre que tuvo que retirarse después de brillar en su debut en la clase reina por unos problemas físicos que al final derivaron en dificultades para soportar el estrés de la clase reina. Y, a la vez, se ha incorporado al equipo de fábrica al ingeniero italiano Michele Gadda, que trabajaba en Superbike, y que cuenta con experiencia en Ducati y en Magneti Marelli, la casa que diseña la centralita de MotoGP (en Italia llegaron a bautizarle, algo exageradamente, como 'el mago de la electrónica).

«No hay dudas de que es algo difícil, hay que poner aún más empeño para lograr los resultados, que ahora no son los que queremos. Las prestaciones no son las que esperábamos ni Viñales, ni Yamaha, ni yo. Tendremos que tener paciencia», concluyó el italiano que añadió que, de no mediar un milagro, no esperaba poder lograr al menos un triunfo en este año. Algo complicado, además, viendo a la competencia.

La Honda de Márquez finalizo este viernes de nuevo seguida por las Ducati de Jorge Lorenzo y Andrea Dovizioso, lo que mantiene la tónica de esta última parte del campeonato. «En estos momentos parece que yo, Jorge y Marc tenemos un ritmo muy parecido aunque mañana creo que será un día importante para intentar dar un pequeño salto hacia delante para marcar la diferencia en la carrera», apuntó Dovizioso, que dio mucha importancia al trabajo del sábado con los neumáticos, clave en una carrera que se prevé muy calurosa, y que apuntó a Márquez como el principal rival, de quien considera que en Aragón sí sacará la versión más agresiva y apretará. «Sin ventaja sí lo haría, con ventaja no. Si llego aquí como el año pasado sin ventaja, tengo que hacer todo lo posible para ganar. Este año, con ventaja, el objetivo es estar en el podio. Si no gano el domingo, no pasa nada», respondió el líder de la general.

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