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Riqui Puig, durante un entrenamiento del Barcelona. EFE
La semana grande de la cantera del Barça
FC Barcelona

La semana grande de la cantera del Barça

Riqui Puig enamoró en su debut copero y Oriol Busquets convenció justo cuando Aleñá ha demostrado que ha llegado para quedarse

P. RÍOS

Barcelona

Jueves, 6 de diciembre 2018, 19:32

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Tres días después del gran gol de Carles Aleñá que sentenció el 2-0 liguero del Barça ante el Villarreal, una diana que le ayudó para quedarse por fin con una ficha y un dorsal del primer equipo, el '21', Riqui Puig irrumpió en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey contra la Cultural Leonesa (4-1). Riqui Puig protagonizó media hora del fútbol que muchos estaban esperando: electricidad en la conducción, visión de juego, toque, estética y una asistencia de genio a Denis Suárez. Tiene 19 años, era su debut oficial tras destacar ya en la pretemporada y fue inevitable recordar a aquel joven Andrés Iniesta de sus comienzos. La afición está encariñada como hacía tiempo que no pasaba con un talento de La Masia.

Además del central Juan Brandariz, Chumi, y del lateral zurdo Juan Miranda, también brilló uno de esos jugadores que suelen gustar más a los técnicos que al entorno, el mediocentro Oriol Busquets, serio, ordenado, inteligente tácticamente y de toque preciso. Con Sergio Busquets no le une ningún parentesco familiar, sólo la demarcación, pero nadie debería extrañarse si se convierte en un habitual del primer equipo antes que Riqui Puig.

Curiosamente, Ernesto Valverde, un técnico muy criticado por no dar oportunidades a los canteranos, está apostando poco a poco por esta generación ilusionante, aunque puede ser una promoción que se le acabe volviendo en contra. Valverde conoce la crueldad del fútbol y no quiere que ninguno de estos diamantes se quede antes de tiempo. Será paciente con ellos, pero va a recibir mucha presión, especialmente en el caso de Riqui Puig, arma mediática para criticar que no se cree en la cantera desde hace tiempo. En ese sentido, las palabras de su padre, Carlos, en RAC1, fueron un monumento a la sensatez: «Ahora hay que dejar que baje el 'soufflé' y que Ricard tenga los pies en el suelo. Que sea un chico humilde y no lo agobiemos demasiado. Yo hablo hoy porque estamos felices porque es el día del debut. No me gustaría seguir hablando en la prensa porque los padres también estropeamos las cosas. Dejemos a Ricard tranquilo. Tendrá días que no lo hará bien, que se le criticará. Debemos estar preparados para todo. Que respire. Que siga jugando en el Barça B, que no ha jugado todo lo que quisiera. Que se gane un sitio ahí para que lo llame el primer equipo y pueda hacer su camino. Sí que es verdad que tiene un talento. Eso se ve. Hay que dejarlo, a ver si puede progresar, porque es muy complicado».

Riqui Puig, con cara de niño, confesó: «Antes de salir me sudaban las manos y me dolía la barriga». El joven jugador azulgrana habló de «sueño hecho realidad» y se marcó deberes: ganarse la titularidad... en el Barça B, pues, debido a su físico, pequeño y delgado, es suplente en los partidos del Grupo III de la Segunda División B que exigen pulsos cuerpo a cuerpo. Su entrenador, Francisco Javier García Pimienta, le protege, pero para pedir paso en el primer equipo antes tiene que ser protagonista en el filial.

El último cable se lo echó Denis Suárez, autor de un doblete reivindicativo en la Copa. «A ver si juego el sábado...», dejó caer un jugador sin apenas oportunidades. Tuvo tiempo de elogiar a Riqui y a los canteranos: «Estoy contento también por la gente de casa que ha podido debutar. Yo estuve un año en el Barça B y sé lo que es venir de abajo. Creo que en la cantera hay mucho nivel y que no hace falta ir fuera cuando hay tanto nivel en casa. ¿Riqui? Le he felicitado por el partido, por el debut. Es un chico que lleva todo el año entrenando con nosotros. Me alegro mucho por él porque es muy amigo mío. Animarle a que siga así, trabajando y peleando, porque tiene calidad y nivel para estar en el primer equipo algún día como Aleñá, que ha subido definitivamente. Cuando hay tanto nivel y tan buenos jugadores en la cantera es necesario apostar por ellos».

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