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La presidencia de la discreción

LayHoon Chan y su consejo cumplen sus primeros 100 días al frente del club, momento que coincide con la efervescencia deportiva del Valencia

Juan Carlos Valldecabres

Viernes, 13 de marzo 2015, 20:10

Cien días es la tregua no escrita que los políticos conceden a los Gobiernos para comenzar las hostilidades. Y cien días es lo que LayHoon Chan y su consejo han cumplido al frente del efervescente Valencia. Por lo que ha ocurrido, o mejor dicho por lo que no ha sucedido, el Valencia navega sin amenazas de temporales. Después de tantos años de convulsiones, hasta los inconformistas con el actual régimen parece que agradecen el silencio de la artillería. No hay oposición pública con suficiente munición para abrir fuego y, si la hubiera, lo inteligente es esperar a ver hasta dónde llega en junio el equipo de Nuno, con diferencia el frente más maleable e intrigante para la afición.

En estos tres meses y pico, la nueva dirección del Valencia ha tenido como no podía ser de otra manera un poco de todo. Lo más destacado es la sensación de estabilidad y falta de estridencia que transmite este consejo, cuestión que en el caso del Valencia ya de por sí adquiere la categoría de noticia.

Este centenar de días de estreno que suma la nueva directiva se ajusta con absoluta fidelidad a los parámetros marcados por el dueño. Peter Lim ha pasado cuatro veces por el palco de Mestalla y aún no se sabe ni su timbre de voz. Por eso no extraña la filosofía del silencio en el que se han establecido tanto el club como la Fundación, para lo bueno y para lo malo. De la presidenta del Valencia sólo se le conocen dos discursos. El que hizo de 32 minutos ante la Junta aquel 1 de diciembre y las manifestaciones a la televisión oficial del Valencia dos días después. Discreción absoluta. Aunque ya experimenta algunas palabras en castellano y es consciente de que debe esforzarse para ello, de momento el lenguaje es una barrera que impide a LayHoon (ella insiste en que se escribe junto) conectar con el aficionado.

Desde su despacho en la quinta planta, la presidenta insiste en comprender la complejidad de una empresa de fútbol que ofrece una peculiaridad -el arraigo en la sociedad- que la diferencia de las casi veinte sociedades a las que pertenece (desde la propia Meriton hasta McLaren). Ella fue la que redactó el discurso en su toma de posesión y ella la que comprendió que la traducción al valenciano sería un guiño ideal (el último ha sido respaldar la puesta en marcha de la radio oficial, también en valenciano). Si en la negociación con Bankia destacó por su dureza y por el poder que exhibía, en clave local apuntan su educada facilidad para escuchar y para tomar en la mayor brevedad las decisiones. La gente de la casa, la misma que asegura que no decae su ánimo cuando el equipo pierde, la sitúa también un par de peldaños por encima de anteriores dirigentes.

De momento, LayHoon y su grupo de anónimos consejeros (excepto los conocidos Salvo, Peris y Kim Koh) navega con viento de popa. El futuro dirá cómo se manejan en situaciones incómodas... que todo llega. Por ahora y gracias a la buena Liga que está haciendo el equipo, se han librado de una buena. Caer en octavos de la Copa del Rey ante el Espanyol siempre deja una profunda herida abierta. Deportivamente hablando hay que esperar al cierre de curso para hacer balance: tanto se ha gastado, tanto se ha conseguido. Ya se sabe que la Champions es la única recompensa posible.

Eso tapará el agujero de la Copa. Y también el desliz de no haber sabido gestionar a tiempo la situación de un futbolista de la cantera como Carles Gil. «Nuestra prioridad es construir un equipo competitivo que tenga el ADN valenciano y seguir invirtiendo en la Academia», dijo LayHoon ante unos entregados accionistas. Por eso escuece la fuga de Carles Gil, todo lo contrario que ocurre en el caso de la renovación de Alcácer. En un tiempo en el que se puede debatir si los 25 millones pagados por un futbolista como Enzo son o no justos, consolidar al delantero de Torrent en el proyecto resulta un factor a tener en cuenta. Ahora, en cambio, la situación se puede endurecer en el caso de José Luis Gayà, que junto con la continuidad de Parejo son cuestiones que tiene pendiente a corto plazo esta directiva.

De eso se habló lógicamente en Singapur hace una semana, donde se dieron cita los consejeros y de manera sorprendente Jorge Mendes, el agente a quien el resto de colegas de la profesión no dudan en voltear por su peculiar vinculación con Lim y, a su vez, con el Valencia. «¿Ya tiene despacho en Paterna?», se preguntaba de manera irónica precisamente hace unos días un veterano representante. De no haber sido por la vocación a las redes sociales de Kim Lim, la coincidencia en Singapur con Mendes hubiera pasado inadvertida. La hija de Lim es una buena aliada de los medios de comunicación tras la bunkerización a la que se ha entregado el Valencia, circunstancia ésta que recae en último caso en los propios aficionados.

Si le ha gustado o no a Rufete la presencia de Mendes en Singapur es algo que deberá aclarar el mánager general deportivo, el hombre que teóricamente desde Paterna debe dibujar la estructura del futuro proyecto. De momento ya tiene entrenador. La renovación de Nuno ha sido otra de las cuestiones que forman parte del bagaje de esta directiva. ¿De verdad hacía falta hacerla tan pronto? ¿O estaba ya pactada de antemano? No se ha explayado el club para argumentar esta decisión. La estrategia de anunciarlo, además, en la víspera copera tampoco ayudó.

Es lógico pensar también que ese tipo de cuestiones vienen condicionadas desde el despacho principal de Meriton y ante eso poco se puede hacer. Aquí, en el ámbito local, la atención se la lleva la situación del nuevo estadio. Es lo que más preocupaba a los políticos y, por qué no, a los propios ciudadanos. De ahí el interés municipal y autonómico en despejar las dudas. LayHoon se reunió con Alberto Fabra, presidente de la Generalitat, en la primera toma de contacto institucional que hizo; y aunque no se ha visto aún las caras con Rita Barberá sí se ha dado a conocer el acuerdo con el Ayuntamiento para pagar las parcelas y esos casi 20 millones de euros pendientes por el solar.

El nuevo rol de Salvo

Lo de acabar Mestalla afortunadamente es de sobra conocido. Ni a LayHoon ni a Lim les debió agradar leer en las páginas de LAS PROVINCIAS, por ejemplo, un exhaustivo examen del contrato que Meriton firmó con Bankia. El secreto saltó por los aires y aunque Goirigolzarri recientemente ha querido restar importancia pública al hecho de que se aireara, fue Salvo el que defendió el derecho a la privacidad cargando contra el socialista Rafael Rubio.

Amadeo Salvo -con plenos poderes delegados de la presidenta- ha sufrido también en sus propias carnes los ajustes de su nuevo rol. Su popularidad se mantiene pero el paso del tiempo dirá si pierde o no carisma entre la afición, una cuestión fundamental para que Mestalla aclamara la opción de Meriton por delante de las otras aspirantes en la compra.

Desconcertante es cuanto menos el tira y afloja casi habitual que está manteniendo el club con los integrantes de la Curva Nord. Cuando no es por una cosa es por otra. Con las actuales restricciones de seguridad, ambas partes están condenadas a entenderse. Otro tira y afloja pero con dinero en juego es el que mantienen los clubes con el Gobierno por aquello de la negociación de los derechos de televisión. Sin patrocinador todavía, el pellizco de la televisión es hoy en día el mayor alivio para el bolsillo de Peter Lim.

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