Los suelos Nolla viajan a México

La actuación prevista llevará hasta el mexicano destino un suelo restaurado procedente de una «casa de Puçol que se iba a derribar y de donde se ha desmontado», explica Escrivá. De esa manera, añade, «hemos salvado un suelo». Una vez extraídas, restauradas y preparadas para la colocación, las piezas emprenderán el camino para instalarse en un apartamento de aquella ciudad. Se trata de una propuesta privada. «La dueña de la casa de Monterrey es catalana y esos suelos le recuerdan al Eixample», de ahí su aprecio por la cerámica Nolla que, como expone Escrivá, en este caso se corresponde con piezas que salieron de la primera fábrica Nolla, «la que se fundó en 1864 por Miguel Nolla e hijo de Miguel Nolla y que en 1920 pasó a la familia Trenor». Habla el especialista de que tienen unos 150 años.

En ocasiones, como es este caso, las teselas se extraen y se restauran. En otros incluso se realizan exprofeso atendiendo a modelos originales siempre siguiendo el modo de producir original. «Los documentamos antes de sacarlos y así ya sabemos el número de piezas que se necesitan», destaca Escrivá. Son intervenciones que implican la reproducción de los originales, como el caso de la recuperación de una de esas alfombras de colores tejidas con pavimento que desde el taller valenciano, ahora instalado en Sumacàrcer tras haberse encontrado en Catarroja, salieron con destino a Milán.

También en Buenos Aires, concretamente en su catedral, han conocido el resultado del trabajo de este equipo valenciano entregado a devolver el brillo a los suelos Nolla. La Casa Burés de Barcelona o la Grases, también en la capital catalana, son otros espacios que han conocido las restauraciones. En la misma ciudad tienen previsto otro proyecto, «el de la casa Condominas para recolocar una superficie de 650 metros cuadrados». Han trabajado en el Palacio de los Condes de Villagonzalo de Madrid y en Valencia, entre otras iniciativas, están llevando a cabo la recuperación de los suelos del Palacete Burgos en la Avenida del Puerto. Ya en su día se encargaron de devolver el merecido esplendor a uno de los salones del emblemático Palacio de la Exposición.

La actividad no cesa, ya sea en casa o más allá de las fronteras de la Comunitat. El interés por la recuperación o reparación de estos suelos viene a demostrar el valor que se concede a un gran ejemplo de la creatividad valenciana que desde finales del siglo XIX y hasta bien avanzado el siglo XX fue gran aliada de la arquitectura tanto para propuestas nacidas con el objetivo de cubrir de color la superficie de domicilios particulares, como espacios de titularidad y uso público.

En territorio valenciano se han activado iniciativas que vienen a demostrar tanto el valor creativo de la cerámica Nolla como el interés por su pervivencia. Como en su momento informó LAS PROVINCIAS, está en marcha el trazado de un mapa digital de los lugares del mundo donde existe un suelo u otra superficie recubierta de la bella cerámica que salió de los talleres de la prestigiosa firma de Meliana.

El Centro de Investigación y Difusión de la Cerámica Nolla (CIDCeN), asociación sin ánimo de lucro creada en 2015, capitanea el proyecto consistente en una aplicación telemática para que cualquier persona que conozca de la presencia de piezas de la firma valenciana pueda marcar la ubicación, además de adjuntar una imagen para delimitar la presencia de un producto que paseó el nombre de Valencia por el mundo.

Los impulsores del ese mapa saben que el gres cerámico de Meliana «se convirtió en uno de los elementos decorativos más destacables del Modernismo». Se utilizó en España, y «en el resto de Europa y del mundo» con gran presencia en Latinomérica. Ahora inicia un nuevo periplo. Partiendo de la Comunitat volverá a recorrer miles de kilómetros para asentarse en México.