«Nuestro éxito se debe al boca a boca. No se paga esa publicidad»

Son los niños bonitos del indie español. Hace tan sólo cuatro años, llenaron la sala Wah Wah, ante unas 300 personas. Ahora se preparan para despedir su disco en la Fuente de San Luís el próximo 21 de enero ante un público multitudinario, y fueron el segundo grupo más escuchado de Spotify del año pasado en la Comunitat.

¿Qué ha pasado desde la Wah Wah hasta ahora?

Ha llovido mucho desde los primeros años, pero la Wah Wah ya fue un sitio muy importante y respetable, nuestro primer año de bonanza.

¿Y cuál es el secreto?

El boca a boca de colega a colega, de hijos a padres. También las redes sociales y que la gente quiera compartir un enlace de Spotify o YouTube con tu música. Esa publicidad no se paga, es la mejor posible.

Su último disco, 'Copacabana', ya no está financiado a través de crowdfounding y han empezado a entrar en la dinámica de los grandes grupos, ¿se sienten cómodos?

Todo sigue siendo igual. Tenemos ahora más libertad para pagar el alquiler del local y acceder a más medios para los conciertos y aumentar la pequeña familia que es Izal.

Copan las primeras líneas de los festivales valencianos y aquí sus bolos siempre son multitudinarios, ¿cómo es la relación con Valencia?

Valencia nos ha tratado muy bien desde muy temprano. La época en la que abarrotamos la Wah Wah, en la mayoría de sitios aún no estábamos en ese punto.

Programan sus canciones hasta en las radios más comerciales, ¿pesa en algún lado la etiqueta de 'indies'?

Nos gusta que las etiquetas se vayan diluyendo. Si somos el único grupo independiente que escucha una persona es gracias al boca a boca, eso se está generando solo. Y es la confianza del «si me lo ha recomendando un amigo, voy a escucharlo» lo que elimina los prejuicio. Eso es muy bueno. Nosotros hacemos música sin mirar quién nos escucha o nos programa.

¿Qué tienen preparado para el concierto del día 21 en la Fuente San Luís?

Para esta gira de despedida del disco hemos renovado el espectáculo y el guion. Somos conscientes de que tenemos un público muy fiel que es posible que ya nos hayan visto recientemente y queremos ser generosos con ellos. Va a ser muy emocionante y se van a ver cosas en el espectáculo, a nivel técnico y a nivel musical, nuevos.

Y después del concierto, ¿qué?

Mikel ya ha compuesto un puñado de canciones. Cuando acabe la gira descansaremos un mes, y a partir de ahí prepararemos las nuevas canciones para empezar a grabar en verano el nuevo disco.

¿Habrá algo del nuevo disco en el concierto?

Tendréis que venir para saberlo.

En cuatro años han pasado de una sala de la Wah Wah a un estadio, ¿dónde se ven dentro de otros tantos?

Continuar así ya es un objetivo ambicioso. Hemos llegado a un punto muy bonito a todos los niveles: llenamos recintos y paseamos por la calle tranquilamente. Pero más allá de eso, un artista debe tener siempre en la cabeza que su próximo trabajo será el mejor de todos. Seguir divirtiéndonos y mantener la ilusión es más importante que llenar estadios.