La programación para la próxima temporada de Les Arts se atasca
El auditorio baraja adelantar el estreno de la ópera 'Manon Lescaut' ante la falta de fechas concretas para 'Los miserables'
NOELIA CAMACHO
Jueves, 24 de abril 2014, 11:25
La incertidumbre rodea la programación de la próxima temporada del Palau de les Arts Reina Sofía. La configuración de la oferta del auditorio para el curso 2014-2015 se atasca. En estos momentos desde Les Arts se planea adelantar el estreno de la ópera 'Manon Lescaut' de Puccini, prevista para el 9 de diciembre, después de su cancelación en febrero por el desprendimiento del trencadís que recubría la fachada del Palau.
Desde la dirección del centro operístico estudian la posibilidad de poner sobre el escenario antes de lo anunciado el montaje dirigido por el maestro Plácido Domingo, aunque esta ópera iba a ser la encargada de abrir la nueva temporada en diciembre.
El posible y precipitado estreno de 'Manon Lescaut' puede deberse a la falta de fechas concretas para la vuelta de 'Los miserables'. Después de meses de negociaciones, el musical aterrizará en el Palau en el mes de noviembre, aunque aún se desconocen los días exactos. Desde la productora Stage confirmaron que el espectáculo estará en cartel durante dos semanas pero no precisaron ni los días ni si será a principios o finales de mes.
En cualquier caso 'Los miserables' y 'Manon' serán las únicas propuestas para el último trimestre del año. Lo que suceda el resto de la temporada está en el aire. Hay demasiados asuntos que atender y, sobre todo, cada vez más gustos e intereses que aunar. En los últimos meses se observa que la dirección artística de Les Arts está cediendo terreno a CulturArts a la hora de programar. Mañana se estrena la ópera en valenciano 'Maror' del maestro Manuel Palau y con libreto de Xavier Casp, un montaje impulsado desde el holding cultural y que pone de relieve la cada vez mayor influencia del ente público en las decisiones que se toman en el Reina Sofía.
Como muestra, las afirmaciones de la consellera de Cultura, María José Catalá, durante la presentación de esta ópera en valenciano hace unos días. Catalá afirmó que este estreno será un «punto de inflexión» en la programación del auditorio, que deberá incluir más autores valencianos a partir de ahora.
Este posible 'cupo' de creadores de la región parece que será una nueva exigencia con la que debe contar la intendente Helga Schmidt a la hora de configurar su programación. Esto y la insistencia de CulturArts de que el coliseo se abra a toda clase de públicos y no sólo a los amantes del bel canto influye en los planes para un 2015 con todavía muchos flecos por atar.
El ERE, otro problema
La incertidumbre alrededor de la programación del Palau no es el único problema al que está haciendo frente el auditorio. El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que debe llevar a cabo sigue aún en fase de negociación. Ayer tuvo lugar la reunión entre la dirección de Les Arts y el Comité de empresa en la que se entregó la documentación referida al ERE.
Concretamente, los trabajadores accedieron a la propuesta que contempla 40 despidos, una bolsa económica para las indemnizaciones de 200.000 euros, una reducción salarial del 8%, la disminución del mismo porcentaje en las horas de trabajo y una duración de estas medidas de dos años.
Fuentes del comité confirmaron que el próximo 29 de abril se realizará una nueva reunión en la que se debatirá la aceptación o no de las condiciones. Los trabajadores insisten en su negativa al ERE, aunque su ejecución parece inevitable. Si al final hay acuerdo, el ERE sería ejecutado en un mes y, antes del verano, el auditoria contaría con 40 trabajadores menos.
Según el comité, estos encuentros se enmarcan dentro de los plazos legales que se deben seguir en un proceso de estas características. La anterior propuesta de ERE, que contemplaba la conversión de los empleados en fijos discontinuos, que abandonarían sus puestos de trabajo en los meses de verano para cobrar el paro y ser contratados de nuevo en septiembre, no se llegó a desarrollar, en palabras de los miembros del comité, por la ausencia de garantías legales por parte de la empresa. Insisten en que siguen negociando y que fueron los responsables del Palau los que dificultaron la entrada en vigor de un proyecto que debería haberse hecho efectivo el 1 de enero de 2014.
Aplicar el ERE le ahorraría al auditorio cuatro millones de euros.