La suspensión masiva de clases deja en casa a medio millón de alumnos
La actividad lectiva también se cancela en seis de las ocho universidades y se anulan citas médicas
La nueva normalidad tras la dana tiene una importante derivada en materia educativa: no habrá clase cuando se decrete una alerta roja (riesgo extremo). ... Incluso si es de nivel naranja (importante) en aquellas zonas cartografiadas como inundables. Lo que no deja de ser una recomendación de la Conselleria de Emergencias a los municipios, que son los que tienen la potestad por regla general, se aplica hoy a rajatabla en la práctica totalidad de la provincia de Valencia y en buena parte de la de Castellón. E implicará que más de 560.000 alumnos de cerca de un centenar de municipios se queden en casa, según se desprende de la información recopilada por LAS PROVINCIAS, que también incluye a los estudiantes universitarios.
Con la salvedad de los ayuntamientos de Alicante y Elche, el listado incluye todas las grandes ciudades, empezando por la capital, que fue de las primeras en anunciar la decisión tras la reunión de su Centro de Coordinación Operativa Municipal (Cecopal). También aparecen todas las localidades del área metropolitana y las afectadas por la riada del Magro. Además, con toda la lógica, fueron canceladas las actividades al aire libre y de carácter extraescolar, pues lo que se pretende es reducir al mínimo los desplazamientos.
La misma medida adoptaron las universidades de las zonas en riesgo, pues en este caso la decisión corresponde a sus comités de emergencia, no a los ayuntamientos. Seis de las ocho de la Comunitat (Universitat, Politècnica, CEU-Cardenal Herrera, Católica, Europea y Jaume I) cancelaron la actividad presencial, tanto para el profesorado como para el alumnado, por lo que las sedes permanecerán cerradas. En algunos casos las clases se impartirán en la modalidad online. La filosofía es la misma: sacar de las calles decenas de miles de desplazamientos de ida y vuelta a los campus.
Durante la tarde de ayer también se produjo un goteo de cancelaciones de citas médicas, aunque con diversos formatos. Mientras que el departamento de salud de la Ribera fue contundente, anunciando la suspensión de consultas, pruebas o intervenciones no urgentes, otros como los del Arnau de Vilanova enviaron un mensaje menos tajante, diciendo que si el tiempo era adverso el usuario no debía acudir a su cita, que se reprogramaría.
Por otro lado, grandes compañías de distintos sectores como la distribución, la automoción o el mobiliario decidieron ayer no abrir sus puertas de cara al público. Por ejemplo, Ikea optó por no levantar la persiana de su macrotienda situada en Alfafar, mientras que la amenaza por fuertes precipitaciones paralizó los trabajos programados en Ford. Hasta Almussafes sólo tendrá que acudir el personal de seguridad y servicios esenciales y bajo comunicación previa. Por su parte, Consum decretó el cierre de sus 182 establecimientos de la provincia y la suspensión de su servicio en línea.
En este sentido, la Generalitat recordó ayer que los trabajadores tienen derecho a no asistir a su puesto en caso de emergencia declarada acogiéndose al llamado «permiso climático», que es retribuido y permite ausentarse hasta cuatro días en caso de riesgos graves o alertas severas que impidan el acceso.
Además, instó a las empresas a primar la modalidad de trabajo a distancia cuando sea posible y el empleo en cuestión lo permita, y siempre que las condiciones de las comunicaciones lo hagan viable. Asimismo, la dirección general de Trabajo recordó que si la empresa tiene prevista la condición de teletrabajo, el empleado debe de prestar el servicio de esta forma.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión