La plaga del siglo para los arroceros valencianos
Un desplome de la cosecha como este por azote de la pyricularia no se daba desde 1911 y los agricultores lanzan un SOS a la Unión Europea y el Gobierno para autorizar productos contra el hongo
Miguel Minguet enseña una espiga de arroz con muy pocos granos o estos son tan frágiles que se parten con la mínima presión. La ... planta está infectada por el hongo de la pyricularia, la plaga que ha provocado un brutal descenso de la producción arrocera este año en el entorno del parque natural de la Albufera.
Se trata de una enfermedad histórica «como no se ha visto desde al menos 1911 que ha dado lugar a la peor cosecha desde hace más de un siglo. He preguntado a los mayores y nadie había visto nada semejante», explica Miguel Minguet, miembro del comité ejecutivo de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA). Los primeros cálculos apuntan a que la producción se reducirá en el entorno de un 20% o 25% en términos globales y, en el caso de las variedades tradicionales de la Albufera (como son el arroz 'bomba', 'Albufera' y 'J-Sendra') la cosecha se puede reducir en el entorno del 75%.
Esta situación tiene una consecuencia directa y es la desaparición de las variedades tradicionales de arroz de la Albufera. Del 'bomba' sólo quedan restos testimoniales y ha sido muy afectado por la plaga. En el caso del 'Albufera, el sustituto natural del 'bomba', ha sido uno de los más afectados por la pyricularia. Falta ver cómo funciona el 'J-Sendra' que también ha resultado afectado por este hongo aunque parece que la incidencia es menor.
Los agricultores han aprovechado para denunciar la inacción de la Unión Europea que les está impidiendo luchar contra este hongo. Porque remedios existen, pero no está permitido su uso desde hace ocho o diez años. Los productos fitosanitarios que se aplican en la actualidad no sirven de nada. El hongo ha generado resistencia a la estrobirulina y no ha habido nada que hacer. Se ha extendido a sus anchas sin resistencia. Según explica Minguet, los arroceros tienen las manos atadas en el uso de estas materias activas. «Sólo permiten el uso de este principio que ya ha generado resistencia en la planta», añade.
Las estrobirulinas, según aconseja el fabricante, sólo se debería aplicar en años alternos para evitar que la planta genere resistencia. En la Albufera, al ser el único producto autorizado, se ha usado desde hace casi diez años en cada temporada y a veces en dos o más ocasiones en la campaña.
Los arroceros denuncia que sí que existen productos para hacer frente a esta plaga. Pese a que están autorizados en países como Estados Unidos, Japón o Australia, la UE no los autoriza. «No es que se utilicen en países donde no se aplican criterios de sostenibilidad. Al contrario y no tienen efectos negativos además de servir para acabar con la plaga», aclara el también arrocero.
En este sentido, Minguet explica que el problema no es que estos productos sean negativos. «Cuando pierden la patente los fabricantes no se interesan en hacer estudios sobre sus características e inocuidad. Son dejados de lado y entran en el saco de materias prohibidas. Entre esos hay muchos que se utilizan en algunos países del occidente y que la UE ha prohibido», aclara. El problema, señala el arrocero, es la burocracia europea que sigue exigiendo pruebas de su inocuidad cuando ya no hay vigencia de la patente.
Los agricultores de la Albufera han lanzado un SOS a las administraciones. «¿Qué hacemos el año que viene? ¿Va a haber algún cambio respecto a los productos autorizados? ¿Podemos plantar las variedades tradicionales o vamos a los tipos que son más resistentes perdiendo la identidad propia de la Albufera? Necesitamos que nos lo digan», plantea Minguet quien pide al Ministerio de Agricultura que se pronuncie.
Mª Àngels Ramón-Llin, directora general de Producción Agrícola y Ganadera de la Conselleria de Agricultura, que también ha acudido a la visita que se ha hecho a un campo arroz afectado por la pyricularia, ha reclamado al Ministerio de Agricultura que convoque a la comisión bilateral con carácter técnico para que se determinen los escenarios a seguir. También ha incidido en la necesidad de que «el Gobierno de España presione a la Comisión Europea para que los agricultores españoles puedan aplicar los mismos tratamientos fitosanitarios que se permiten a países terceros que exportan arroz».
Hay que tener en cuenta que el seguro agrario no cubre las pérdidas por enfermedades por lo que los agricultores están más expuestos y han planteado pedir ayudas a la administración para compensar las pérdidas.
El responsable de la sectorial del arroz de AVA-ASAJA, José Pascual Fortea, ha agregado que «si no sacan rentabilidad, muchos arroceros no plantarán el año que viene y en el parque natural empezaremos a ver parcelas abandonadas. Será un problema medioambiental porque los arrozales dejarán de cumplir la función que generan en beneficio de la Albufera, como el filtro verde del agua que llega al lago o la prevención de incendios y plagas».
Por su lado, desde la asociación de agricultores se solicita una línea excepcional de ayudas para los arroceros afectados por pyricularia, pero de manera estructural reclama a la UE y al Gobierno español que modifiquen el sistema de autorización de materias activas y aprueben permisos excepcionales de fungicidas que permitan combatir las plagas y enfermedades del cultivo. Solicita también que el seguro del arroz amplíe sus coberturas e indemnizaciones para paliar las pérdidas reales de producción a causa de la pyricularia y otros patógenos.
A toda esta situación se une la caída de precios. Frente a lo que puede parecer habitual que es un incremento de los precios cuando la cosecha es peor, en el caso del arroz no está sucediendo de esta forma. Los precios han caído de forma brutal.
La causa se encuentra en el hecho de que hay más arroz en el mercado. Por un lado, regiones españolas como Andalucía y Extremadura han vuelto a la plena producción tras unos años de merma por la sequía. Pero el factor que más influye es la importación de terceros países como Uruguay, Egipto y sudeste asiático. Todo esto ha provocado esta caída de precios que también está golpeando al arrocero valenciano de la Albufera.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión