Nek Romero brilla en Los Romerales
AL COMPÁS ·
En lenguaje taurino decir que es tiempo de campo es sinónimo de que en las ganaderías de bravo comienzan los tentaderos, las labores de selección: ... esta vaca se aparta para que sea cubierta por este o aquel semental. La elección del semental hay que decir que será en función del juego que la becerra haya dado durante la prueba: seriedad y fijeza en la embestida, temperamento, transmisión y, muy importante, duración, tiempo que ha mantenido el celo de embestir. Todos son factores que el ganadero valora a la hora de decidir qué toro la cubre y si se queda como madre o es desechada. Todo un tratado de alquimia ganadera.
Uno de los factores que debe prevalecer en esta esencial labor de campo, es que el torero invitado atesore buena técnica y, a ser posible, que esté familiarizado con el comportamiento de cada encaste. De ahí que los ganaderos tengan sus preferencias, y que estas faenas las hagan espadas con oficio para que puedan aflorar virtudes y defectos con nítida claridad. Pero, claro, también son conscientes de que tienen que facilitar los estímulos suficientes para promocionar nuevas vocaciones. Y en este apartado, uno de los ganaderos más abiertos a abrir las puertas de su ganadería a los aspirantes a figuras, es Ricardo Gallardo.
Estos días festivos, quienes han tenido la oportunidad de mostrar sus cualidades en la finca Los Romerales, donde pastan las reses de Fuente Ymbro, han sido dos chavales que actuaron en las recientes clases prácticas celebradas en el coso de la calle de Xàtiva, Nek Romero, de Algemesí, y Manuel Caballero, de Albacete. Quienes nos han informado, elevan el tono de admiración a la hora de valorar los progresos del alumno de la escuela de Valencia. Tanto con un eral como con una becerra, mostró personalidad, expresión artística y capacidad para resolver. Por su parte, el albaceteño, demostró estar preparado para mayores retos. Apostar por el futuro es la mejor defensa de la tauromaquia.
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