El pasado martes, la diputación que preside Toni Gaspar tuvo el acierto, y el buen gusto, de recuperar una vieja tradición: la de que se ... hable de toros en el mismo corazón de la ciudad. Convocó a prensa y afición al rejuvenecido hotel Astoria, rebautizado con el intencionado nombre de 'Sólo tu' (Only you, en guiris), para insuflar, así lo entendimos, algo de la alegría perdida que por culpa de unos y otros, y sobre todo del maldito Covid-19, nos había sido arrebatada. Presentó los carteles de los festejos que se celebrarán los próximos días 27 y 28 en el coso capitalino. Fechas poco taurinas, pero que saben, más que nunca, a esperanza.
Como habrán podido percibir, la introducción está revestida, o esa ha sido la intención, de tintes nostálgicos. Y no es para menos. Porque en tan emblemático lugar fuimos testigos de muchas historias. La mayoría bonitas, por ocurrentes o ilustradas, que de todo hubo, salidas, unas, de personajes que vivían el apasionante mundo del toro desde sus mismas entrañas, y otras, de los propios espadas que las brindaban en caliente, inmediatamente después de que la moneda de la suerte les hubiera mostrado la cara o la cruz.
Y en esas, tuvimos la dicha de ser tratados con extrema generosidad por quienes lucían vitola de figuras, entre las que recordamos con cariño y respeto a Antonio Ordóñez, Luis Miguel Dominguín, Miguelín, Ostos, Mondeño, Camino, Puerta, El Viti, Paquirri, Palomo, Teruel... ¡Un elenco inigualable!, que nos facilitaba nuestro trabajo de principiantes dejándonos entrar en ese lugar sagrado en el que se convertían sus habitaciones cuando velaban miedos y sueños, o mientras se despojaban del vestido de luces.
Por todo ello, y después del calvario que ha supuesto ver el monumento que es la plaza de toros de Valencia cerrado durante dos temporadas, que ahora se nos haya citado en el que para nosotros fue, y esperamos que vuelva a ser, santuario del mejor ambiente de toros, nos ha hecho muy felices.
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