Nek Romero es la última ilusión de la Escuela de Tauromaquia de Valencia. Hay varios alumnos que hacen concebir nuevas alegrías, pero este Nek, que ... aunque de orígenes jienenses, de Villanueva del Arzobispo, ha adoptado un nombre más propio de los países nórdicos, está llamando la atención de propios y extraños. Quienes le siguen, como es el caso del responsable de Asuntos Taurinos de la Diputación, Toni Gazquez, están viendo cómo progresa tanto en concepto como en capacidad y seguridad para resolver los problemas que le plantean las reses. Está anunciado en la novillada sin caballos programada para el sábado 12 de marzo, en la que alternará con otros alumnos de diferentes escuelas. Será un buen momento para evaluar sus progresos que, de ninguna manera, deben ser definitivos tanto si sale la moneda cara o cruz.
Y ya que estamos con la Escuela, en los carteles presentados por la empresa que en adelante comandarán Rafael García Garrido y Víctor Zabala de la Serna, hay un capítulo que nos ha llamado la atención y que conviene comentar. Es la escasa presencia de ex alumnos de La Escuela en las dos novilladas anunciadas, una para el día 16 de marzo, (Niño de las Monjas), y la segunda, para el 7 de mayo (Miguelito), con motivo de las fiestas de la Virgen de los Desamparados.
Sabido es que a diferencia de otros organismos en los que sus políticos se empeñan en ponerle la proa a la tauromaquia, la diputación de Valencia, desde que se creara La Escuela, coincidiendo con la restauración de la democracia, siempre ha tenido especial sensibilidad tanto a la hora de cuidar con esmero, como es el caso actual, a los alumnos que están recibiendo la formación, como a aquellos que, habiendo emprendido el camino profesional, todavía precisan de ayuda para lograr la visibilidad suficiente que les permita llamar la atención. Participar de esta política, entendemos que debe ser meta a perseguir por los nuevos gestores del coso valenciano. A esperar.
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