Se han hecho públicos los carteles de Olivenza y, en principio, han sido bien recibidos. Dos tardes para Morante de la Puebla, sin discusión por ... ser el el gran triunfador de la temporada pasada. Una con El Juli y Emilio de Justo, el otro espada que ha llamado la atención por sus triunfos en Madrid y Sevilla. Su otra tarde, Morante, estará acompañado por Manzanares y Roca Rey. Y para celebrar sus 25 años de alternativa, seis victorinos para Antonio Ferrera. ¿Hay quien dé más?
Pues según se mire. Porque comienza a comentarse que una feria simpática y agradable, pero de tono menor, con sólo tres corridas, con nueve puestos posibles, siete de ellos estén copados por veteranos, figuras, si, pero con muchos años de alternativa. Cierto es que se haya prescindido de todos los jóvenes que están llamando la atención, suena raro. Y más si los que faltan son los destacados Daniel Luque, Pablo Aguado, Juan Ortega y, sobremanera, sorprende la ausencia del extremeño Ginés Marín. Y mas después de su gran triunfo en Las Ventas.
Así que toma cuerpo la teoría de quienes piensan que esta programación huele a rancia estrategia. A poner en primer plano a las ya desgastadas figuras después de la devaluación sufrida cuando se toma como referente lo hecho por el genio de La Puebla, sin olvidarse de la fuerza que van tomando los jóvenes. Así que, de confirmarse que es una maniobra y no capricho del empresario, se estaría entrando en una dinámica peligrosa.
Habrá que esperar para ver cómo se configuran las ferias que ya se están cocinando para saber si es galgo o podenco. Lo peligroso es que, de ser cierta esta teoría, acabe tomando mas fuerza entre las gentes que poco tienen que ver con el negocio y sí con el ánimo de pasar, o no, por taquilla. Prescindir de la tan cacareada renovación, seguir con la cantinela de que un veteranísimo abra cartel en detrimento de una novedad, o eludir retos o competencias incómodas, son estrategias que lastran. ¿O no?
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