Las llamadas «más relevantes» de Polo el día de la dana: sólo una era del Poyo

Dicha llamada, de 3 minutos y 13 segundos de duración, tuvo lugar a las 13:42 horas cuando Polo intercambió información con el agente medioambiental responsable del bajo Turia para conocer la situación actualizada de este río así como de la rambla que nace en Chiva. «No había nada significativo en esos momentos», asegura la Confederación explicando algo evidente: en ese momento, a pesar de haberse decretado la alerta hidrológica en el Poyo una hora antes, eran los estragos del Magro en Utiel los que centraban la atención de los servicios de emergencia.

Ya durante la tarde de la tragedia, tal y como evidencia el registro telefónico del máximo dirigente del organismo de la cuenca, la CHJ optó por centrar todos sus esfuerzos en vigilar el impacto de la avenida del Magro sobre la presa de Forata ante el temor de una nueva pantanada mediante una quincena de llamadas, desatendiendo así el monstruo en el que se había convertido un Poyo que acabó causando la mayor parte de muertes y daños en l'Horta Sud.

La CHJ explica que Polo no dispone de móvil corporativo, por lo que las llamadas efectuadas el 29-O se hicieron desde su dispositivo personal. Sobre la posibilidad de que estas se hubieran hecho desde el teléfono fijo de su oficina, la propia Confederación desmiente esta posibilidad alegando que el 29-O el presidente «se encontró físicamente en las dependencias de la Dirección Técnica del Organismo, de forma constante», a lo que añade que todas las llamadas que realizó «lo fueron a través de su teléfono móvil personal» y ninguna fue con la Generalitat.

Desde el ente de la cuenca defienden que Polo estuvo haciendo seguimiento de los ríos en los desde primera hora de la mañana estaba habiendo problemas: Júcar, Magro y Albaida. Para ello, además de apoyarse en el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), recibió y realizó diversas llamadas con alcaldes y agentes medioambientales (AMA) de la propia CHJ, así como algunos vecinos de los pueblos afectados.

La primera de las comunicaciones «más relevantes», en palabras de la CHJ, se produce a las 9:18, cuando el presidente llama al agente medioambiental responsable de las zonas del bajo Magro y bajo Júcar, para conocer las afecciones en estas cuencas. Más tarde, a las 9:49 hace lo propio con un vecino de Carcaixent, quien le dio cuenta de la situación del barranco de Barxeta y del río Albaida. Un minuto antes de las 10:00, conversa con una concejala de Carcaixent «que dijo que el Consistorio estaba al tanto de la situación» y que, en particular, habían tomado las medidas pertinentes en la pedanía de Cogullada, que es la que se suele inundar por el desbordamiento del barranco de Barxeta.

Al medio día empiezan las horas claves de la tragedia. Emergencias declara la alerta hidrológica en el Poyo a las 12:20, pero Polo sigue sin preocuparse por el estado de la rambla. Muestra de ello es que a las 12:51 habla con el subdelegado del Gobierno en Albacete, que estaba interesado por las posibles inundaciones dentro de su ámbito competencial; «pero en Albacete no había incidencias y así se lo transmitió». A las 13:26 entabló, el presidente de la CHJ entabló de nuevo una conversación con el agente medioambiental responsable del bajo Magro y bajo Júcar, para que le actualizara los datos de los ríos Júcar, Magro y Albaida; mientras que a las 13:37 hizo lo propio con otro efectivo desplegado en el sector de Utiel para contrastar lo que estaba pasando Magro. «En ese momento había inundaciones en el municipio, aunque el río no se había desbordado», asegura el informe.

Así las cosas se llega por fin a la única llamada que hizo Polo para interesarse por el caudal del Poyo, según se desprende de las 25 comunicaciones «más relevantes» el 29-O de la que todavía se desconocen detalles de una decena. A las 13:42, habla con el agente medioambiental responsable del bajo Turia para conocer la situación actualizada del río Turia y del barranco del Poyo: «No había nada significativo en esos momentos».

A continuación se demuestra que la única preocupación de la Confederación era el Magro pues nada más recibir la información del Poyo, Polo marcó, nuevamente, el número del responsable del bajo Magro y bajo Júcar para que le diera información actualizada sobre la situación del Magro. Inmediatamente después, a las 13:47, transmitió «información puntual» sobre este río a la alcaldesa de Carlet mientras a las 13:55 volvió a ponerse en contacto con el AMA del sector de Utiel, quien indicó que Magro estaba comenzando a desbordarse a su paso por el casco urbano de la población.

Otro de los puntos de inflexión llega a las 14:02 cuando Polo da el paso de comunicarle a la delegada del Gobierno en la Comunitat, Pilar Bernabé, la preocupante situación existente en el río Magro, a la altura de Utiel. Posteriormente existe un parón telefónico de unos 55 minutos para, luego, arrancar un frenesí de comunicaciones en un intervalo de tres horas y media con el AMA del sector de Utiel «que estuvo informando que el nivel del río Magro seguía creciendo y la corriente estaba arrastrando coches», concretamente a las 14:57, 16:05, 16:59 y 18:28.

Entremedias, Polo se conectó de manera telemática a la reunión del Cecopi, convocado a las 17:00 horas, aunque lo hizo con algo de retraso pues el informe sostiene que a las 17:10 volvió a llamar a Bernabé porque «no tenían claro si la reunión del CECOPI había empezado, y ambos estaban teniendo problemas de conexión para incorporarse telemáticamente». Ya a las 18:02, el presidente habló con la alcaldesa de Carlet para informarla del desagüe de Forata y la situación del Magro.

Entre las 18:35 y las 18:59, mientras desde la sala SAIH enviaban a Emergencias el fatídico correo de los más de 1.600 metros cúbicos por segundo en el Poyo reuniendo en un único mensaje la superación de dos umbrales de alerta, el máximo dirigente de la CHJ trato de ponerse en contacto con el alcalde de Real (cuenca del río Magro) «pero las comunicaciones estaban caídas».

Ya bien entrada la tarde, cuando el único medidor de caudal del Poyo situado junto a la A-3 en Riba-roja era víctima de la corriente, a las 19:30, Polo habló con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, y le puso al corriente sobre el estado de Forata, la «indecisión» de la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, «y del caos existente en el CECOPI».

A la noche, habló con el responsable de producción hidroeléctrica de Iberdrola a las 22:34. Más de una hora después, a las 23:45, comunicó con el alcalde de Fortaleny, localidad del bajo Júcar, al que transmitió información actualizada en relación con el río Júcar. Minutos después, a las 23:48 habló con el presidente de la Comunidad de Regantes de Riola (margen derecha del río Júcar, en su tramo bajo) para que le reportara información sobre la situación en su municipio. Entre las 00:54 y la 01:01 de la madrugada habló con el alcalde de Albalat de la Ribera, en el bajo Júcar, para intercambiar información sobre la situación.

Asimismo, en otro de los puntos de la respuesta de la CHJ se adjunta la correspondiente a la factura de la compañía telefónica de Polo en la que demuestra que hizo o recibió 33 llamadas más otro par durante la madrugada del día siguiente. La primera comunicación de la mañana del 30 de octubre se produjo a las 7:10.