Un funcionario de Picassent, condenado a cuatro años por introducir drogas y móviles en la cárcel

La Audiencia de Valencia ha condenado a penas que van de un año a los cuatro años de prisión a diez personas, entre ellas un funcionario de la cárcel de Picassent que ha recibido la condena mayor, por formar parte de organización dedicada introducir droga y teléfonos móviles a cambio de dinero en la prisión valenciana.

El tribunal tenía previsto este jueves para la celebración del juicio, pero las partes han alcanzado un acuerdo de conformidad para todos los implicados menos para un imputado que no se ha presentado, lo que supone que los acusados aceptan la responsabilidad por los hechos a cambio de una rebaja de las penas.

La banda actuó entre los años 2014 y 2015 y estaba organizada en tres grupos que, entre otros métodos, introducían las sustancias a través de los vis a vis de internos consumidores.

La red también usaba al funcionario de prisiones, que se reunía fuera de la cárcel con contactos o familiares de los jefes de la organización, quienes le daban las drogas o los teléfonos que debía meter en la cárcel y llegaba a cobrar 500 y hasta 800 euros por realizar estas gestiones.

Entre los condenados hay cinco internos del Centro Penitenciario de Picassent y otras cuatro personas, mientras que el décimo de los procesados ha sido declarado en rebeldía.

Las penas más graves se han impuesto por cohecho, pertenencia a organización criminal y narcotráfico, que en el caso de seis de los implicados suman penas que superan los dos años de cárcel (cuatro para el funcionario; tres años y medio para dos de los inculpados).

El fiscal pedía para el funcionario doce años y medio de prisión y para el resto de procesados, presos, familiares y contactos en el exterior, penas que oscilaban entre ocho años y medio y ocho años de prisión.