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Llegada a de los juzgados de Alzira del detenido por la muerte de Marta Calvo. Irene Marsilla
Jorge: «Descuarticé el cadáver de Marta Calvo porque no podía sacarlo sin que me vieran los vecinos»

«Descuarticé el cadáver porque no podía sacarlo sin que me vieran los vecinos»

El acusado desgrana en su declaración el periplo que siguió para deshacerse de las pruebas y el cuerpo en Alzira, Silla, Llosa de Ranes y Massanassa

J. MARTÍNEZ

VALENCIA.

Miércoles, 18 de diciembre 2019

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El narcotraficante acusado de matar a Marta Calvo declaró ante la Guardia Civil que consumieron seis gramos de cocaína en la cita sexual cuando murió la joven en la casa de Manuel, según informó ayer el periodista Nacho Abad en el programa 'Espejo Público'. El detenido negó haber asesinado a Marta y manifestó que descubrió que estaba muerta en la cama tras quedarse dormido junto a ella y despertarse varias horas después. «Su cuerpo estaba rígido cuando la abracé», afirmó Jorge Ignacio P. J.

Sobre la forma en la que se deshizo del cuerpo, aseguró que lo troceó en una decena de partes en el plato de ducha y lo arrojó a contenedores de Alzira y Silla. «Descuarticé el cadáver porque no podía sacarlo sin que me vieran los vecinos», declaró. Primero arrojó el teléfono, el bolso y la ropa de la joven a un contenedor junto a una gasolinera en la Llosa de Ranes, después se desplazó hasta un supermercado de l'Olleria para comprar bolsas de basura y guantes de látex, y luego compró dos sierras en una ferretería.

Tras regresar a la vivienda de Manuel, Jorge Ignacio se desnudó para que su ropa no se manchara de sangre y se puso los guantes para no dejar huellas en la herramientas que utilizó para descuartizar el cuerpo. Según la reconstrucción de los hechos con la confesión del presunto homicida, el día 8 de noviembre se levantó sobre las siete de la mañana para deshacerse del cuerpo. Metió tres bolsas con los restos humanos en su coche y las tiró a un contenedor en el centro de Alzira, regresó a Manuel para recoger otras tres bolsas y se desplazó otra vez a Alzira para arrojarlas a otro depósito de basura en la periferia de esta ciudad. Luego volvió a la escena del crimen para coger las últimas bolsas y las tiró a un contenedor de Silla. También afirmó que se deshizo de las sierras en Massanassa y que compró un líquido desatascador de tuberías en Alfafar para echarlo en el sumidero del plato de ducha.

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