Críticas por la falta de servicios en las playas

En pleno arranque de la temporada de playas, el Ayuntamiento todavía no ha formalizado dos contratos de servicios para el litoral de Pinedo. Se trata de la instalación y mantenimiento del tramo reservado para perros, así como el canal de natación y la llamada línea de vida. En ambos casos se ha adjudicado ya, pero la portavoz del grupo popular María José Catalá criticó ayer que no se ha ejecutado al menos en el primero de los casos.

El balizado de boyas fue adjudicado el pasado día 11 a la unión temporal de empresas formada por Excavacions y Obras Rodá S.L. y Obrasub Lorente Pomar S.L. por un importe de 18.222 euros. En el informe donde los técnicos municipales declaran la insuficiencia de medios, se apunta que el Consistorio «desarrolla un programa de servicio de ayuda al baño para las personas con diversidad funcional, por lo que se considera adecuado instalar un balizamiento perpendicular a la orilla de la playa en los puntos accesibles que ayude en la entrada al mar; así como delimitación de playa can en el mar y un canal de natación paralelo a la zona de baño que permita practicar deporte con seguridad».

También se encuentra adjudicado, pero sin la formalización del contrato, todo lo referido a la zona para perros en la playa de Pinedo, en este caso a cuenta de la empresa Mar y Sombra S.L, la misma que ganó la concesión para las hamacas, sombrillas y quioscos en todo el litoral de Valencia. El pasado día 18 se acordó por parte de la Mesa de Contratación este encarg, con un valor de 24.901 euros.

La portavoz de los populares denunció el «caos en la gestión del litoral de la ciudad de Valencia». Aseguró que el pasado fin de semana se vivieron momentos de tensión entre los bañistas que iban acompañados de perros con el resto de usuarios al no estar señalizada ni vallada la zona destinada a las mascotas. «Hemos recibido quejas de los usuarios por esta falta de previsión municipal cuando hace ya más de 15 días que se inició la nueva temporada estival», explicó.

Relacionó esto con el cierre de las playas del norte por un vertido. «Desde el Ayuntamiento debe hacerse un seguimiento específico y velar para que se eviten este tipo de vertidos que lo único que provocan es una mala imagen para nuestro turismo», añadió. La clausura duró 24 horas, hasta que las analíticas dieron como resultado que el agua estaba en condiciones óptimas.

«Urge que el gobierno municipal se organice, delegue competencias y, sobre todo, se ponga a trabajar. Lo que no puede permitirse esta ciudad, donde el turismo es un eje principal de nuestra economía, es estar paralizada y sin los servicios más importantes en marcha y en condiciones en una de las temporadas clave como es la estival», concluyó. Ayer, las altas temperaturas favorecieron que miles de personas acudieran a las playas de la ciudad y las instalaciones de la Marina, una de las zonas de moda este verano.