El Consell dará más ayudas a alumnos afectados por la dana tras excluir a cerca de dos mil
Los estudiantes de 2º de Bachillerato no han podido acogerse a ninguna de las dos convocatorias vigentes, que permiten conseguir entre 500 y 600 euros
La Conselleria de Educación creará una nueva línea de ayudas para cubrir a los estudiantes de colegios e institutos que resultaron afectados por la dana ... y se han quedado fuera de las dos convocatorias impulsadas a mediados de octubre. Estas fueron avanzadas por el presidente de la Generalitat durante el debate de Política General y permitirán obtener una subvención directa de entre 500 y 600 euros como máximo para gastos de material escolar y de estudio o para paliar las pérdidas sufridas.
Fuentes del departamento que dirige José Antonio Rovira han confirmado que la intención es concretar el nuevo paquete una vez se concedan las ayudas vigentes, de manera que el «el órgano gestor pueda fijar los nuevos beneficiarios».
Aunque las casuísticas son variadas, el colectivo más afectado, con diferencia, es el de estudiantes que el ejercicio pasado cursaban 2º de Bachillerato en escuelas de localidades damnificadas y en el actual han empezado un grado universitario (que son la mayoría de ellos). La exclusión, que afecta a cerca de dos mil jóvenes, se debe a la descoordinación entre los plazos que recogen las dos convocatorias. En la primera, destinada a estudiantes no universitarios de todas las etapas salvo el primer ciclo de Infantil (500 euros de cuantía máxima), era requisito estar matriculado en un centro afectado a fecha de 30 de septiembre de 2025, por tanto a principios del curso actual. Y lógicamente los de 2º ya habían terminado la etapa y no lo estaban. Estas familias, en la práctica, no han podido presentar la solicitud telemática, pues el portal habilitado (la Secretaría Digital de la Conselleria de Educación) no reconocía el Número de Identificación del Alumno (NIA), que se había dado de baja del sistema.
Tampoco quedaron cubiertos por la convocatoria para alumnos universitarios (hasta 600 euros) que se lanzó unos días después, pues exigía que los beneficiarios hubieran residido en localidades afectadas y estuvieran matriculados en un estudio superior (grado, máster o doctorado) entre los días 29 de octubre y 4 de noviembre de 2024. Es decir, mientras duró el episodio meteorológico. Los de 2º, por entonces, estaban escolarizados en sus institutos públicos o en colegios concertados y privados.
«Que en la etapa de estudiante más dura, por lo que supone la selectividad, se les deje fuera de las ayudas por una chapuza te provoca impotencia. Y un cabreo monumental», explica Manuel, padre de una de las alumnas afectadas y residente en Paiporta. «Te quedas con la sensación de que no han sabido legislar para hacer algo tan sencillo como cuadrar las dos convocatorias, o haber utilizado como referencia para ambas el ejercicio en el que sucedió todo», añade, antes de criticar que estos jóvenes tampoco tuvieron ayuda para afrontar las pruebas de acceso a la universidad (más allá de dar la opción de un mes de estudio adicional) y de recordar que en la zona cero se carece de alternativas de ocio o esparcimiento: «Aquí van del centro de estudios a casa, sin más». «Te quedas con la conclusión de que a los que más lo necesitaban, los que peor lo han pasado a nivel de estudios y por efecto de la dana, no se les ha tenido en cuenta», sentencia.
En cuanto a los afectados, se puede hacer una aproximación calculando los que participaron en la selectividad procedentes de Bachillerato, pues cumplían los dos requisitos conducentes a la exclusión: estar en 2º el curso pasado y hacer primero de carrera en el actual en caso de haber aprobado, que lo hizo el 95,7% del total. En la edición de junio se presentaron algo más de 1.400 estudiantes, según el análisis realizado en su día por LAS PROVINCIAS basado en los informes oficiales y en cuarenta centros con Bachillerato que resultaron damnificados, mientras que en la de julio fueron 469 los de la zona dana, tal y como informó la conselleria en un comunicado.
La falta de coordinación entre ambas convocatorias ha podido dejar otras situaciones de exclusión, como estudiantes que tras la ESO o Bachillerato hayan iniciado en el 2025-2026 un ciclo formativo pero en un centro situado fuera de la zona cero. Sufrieron las riadas y las posibles pérdidas materiales, pero no han podido participar en las convocatorias. También habrá casos de jóvenes que optaran por otras salidas formativas, como el prepararse para entrar en el Ejército o en las Fuerzas de Seguridad del Estado.
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