Las notas de la selectividad de julio también se desploman tras el cambio de modelo

Para el primer colectivo, se trata de registros algo más discretos que los obtenidos por los compañeros que se presentaron en junio, la edición con la que la comparación resulta más natural, teniendo en cuenta que les ha contado como su ordinaria. Es decir, en una situación normal, sin mediar la catástrofe, se habrían presentado hace un mes. Entonces aprobaron el 95,89% de los presentados y la nota de la fase obligatoria fue de 6,41. Hay que remontarse hasta la edición de 2019, el último año sin contar el actual en el que no existió tanta optatividad en la elección de los ejercicios, para encontrar un resultado más o menos similar: 96,63% y 6,287. Se produce una minoración, aunque es cierto que no es especialmente acusada.

Sí lo es en el segundo grupo de alumnos, conformado básicamente por estudiantes que no aprobaron Bachillerato en la evaluación final y tuvieron que recuperar materias (o que se presentan a subir nota). Para hacerse una idea, en julio de 2024 aprobaron la selectividad el 90,31% de los presentados, con una nota media en la fase obligatoria de 5,531 sobre diez. Fueron los resultados más altos de las últimas ediciones, aunque por entonces el modelo era flexible, con la máxima optatividad. Y en 2019 resultaron aptos el 81,55% de los aspirantes y su promedio se situó en el 4,945. Hasta la fecha, eran los peores registros de la serie histórica.

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La caída era esperable, como en junio. El bajón se explica por el cambio de modelo, que ha afectado a todos los aspirantes, independientemente de las fechas de presentación: ya no se ha permitido tanta optatividad en las pruebas, como sucedía con el modelo que se implantó tras la irrupción de la pandemia y se mantuvo hasta el año pasado (hacía que los aspirantes se dejaran parte del temario sin preparar sin perder opciones de conseguir la máxima nota); se ha aplicado una regulación más restrictiva de las faltas de ortografía y la corrección gramatical (se descuenta hasta un punto en todas las materias con producción de textos, y hasta dos en Castellano y Valenciano); y han entrado en vigor cambios en la configuración (con más preguntas competenciales) y en los temarios de diferentes áreas.

La Conselleria de Educación dio la opción de presentarse en julio al alumnado afectado por la dana para compensar las clases perdidas, de manera que tuvieran un mes más para preparar la prueba. En este caso, además, los resultados se consideran como de convocatoria ordinaria (en la preinscripción compiten con los de junio, tienen la misma prioridad en la adjudicación de plazas).

En esta opción se matricularon 480 estudiantes, procedentes tanto de bachillerato como de ciclos formativos, y se han presentado a la prueba 469. De ellos el 65,25% han sido mujeres y el 34,75% hombres. El alumnado de la zona afectada por la riada se examinó en la Universitat de València, obteniendo una media de 5,992 puntos en la fase obligatoria, y en la Universitat Politécnica de València, una media de 6,513. La nota media de las mujeres supera a la de los hombres en las dos universidades con un 6,588 frente a 6,312 en la UPV y 6,001 frente a 5,976 en la UV.

Por otra parte, a la convocatoria extraordinaria de las PAU se han presentado 5.524 estudiantes -excluido el alumnado de la zona dana-, de los cuales 1.584 corresponden a la Universitat de València, 1.396 a la Politècnica de València, 991 a la Miguel Hernández, 961 a la Universidad de Alicante y 492 a la Jaume I de Castellón.