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Fotografía de las manos de una de las víctimas.

Cae una banda dedicada a robar a ancianos a través de prostitutas

Los integrantes de la organización, de origen magrebí, empleaban a meretrices para facilitar la entrada a los domicilios

EP

Sábado, 3 de diciembre 2016, 16:25

La Guardia Civil ha desmontado una "compleja y violenta" organización criminal en Villajoyosa y ha detenido a dos hombres, de 30 y 29 años, y a cuatro mujeres, de 26, 31, 32 y 47 años, acusados de robo con violencia e intimidación, detención ilegal y pertenencia a organización criminal, tras haber retenido a un hombre y haber intentado robarle.

Estas personas formaban parte de una organización criminal "totalmente organizada y jerarquizada" en la que tres mujeres se prostituían "de forma voluntaria" con el objetivo de robar a señores de avanzada edad y de buena posición económica, según ha informado la Benemérita en un comunicado.

Los hechos se remontan al mes de noviembre de 2015, cuando un hombre "maniatado y amordazado" saltó de la parte trasera de un coche en marcha mientras sus captores, tras percatarse de los hechos, huían del lugar. La víctima, de 69 años, aseguró a la Guardia Civil que varios hombres armados habían entrado en su casa, un chalet de esa localidad, y le habían maniatado y golpeado a él y a varios amigos con los que se encontraba.

Los asaltantes querían dinero a cambio de dejarles con vida, por lo que apuñalaron y torturaron a este hombre, quien confesó que en su otro domicilio disponía de unos 20.000 euros en efectivo, motivo por el que le subieron en el coche y lo trasladaron. Cuando los agentes llegaron a la casa, el secuestrador había huido, y sus víctimas acababan de liberarse de sus ataduras.

La Benemérita comenzó entonces a investigar estos hechos, que han descubierto una organización criminal "violenta y sin escrúpulos, digna de un guión de película de suspense", han destacado en el comunicado.

Organización criminal

Esta organización la puso en marcha un hombre de 29 años de nacionalidad marroquí, con numerosos antecedentes por robos violentos, tenencia ilícita de armas y falsedad de identidad y que había sido expulsado de España. Esta persona, no obstante, regresó a Alicante de forma ilegal en 2015 y propuso a una mujer con la que mantenía una relación sentimental y que ejercía la prostitución "de forma voluntaria" un "modelo de negocio" que les proporcionaría dinero fácil, rápido y sin complicaciones, según el comunicado.

Ambos crearon un grupo totalmente organizado en el que tres mujeres se prostituirían de forma voluntaria, aceptando solo peticiones de señores de buena posición económica y, sobre todo, de avanzada edad, para que sus condiciones físicas les impidieran defenderse de los robos que querían realizar.

Así, estas mujeres, de origen español, se daban cita con los hombres en los domicilios de éstos y averiguaban si contaban con cajas fuertes en la vivienda y dónde guardaban el dinero o las joyas, datos que utilizaban para que este hombre y otros pudieran asaltar las viviendas elegidas.

Paralelamente, pretendían desarrollar un complejo aparato de extorsión, consistente en solicitar cantidades periódicas de dinero a las personas con las que mantuvieran relaciones sexuales, a cambio de no dar a conocer estos aspectos al entorno familiar y social de los extorsionados.

El dinero recaudado sería enviado a Marruecos a través de conocidas empresas de servicios financieros y de envío de dinero, así como pequeñas transferencias bancarias a Ceuta.

Miembros de la banda

Bajo este contexto, el considerado por los investigadores como el líder de la organización, se encargó de enrolar en el grupo a otros ciudadanos marroquíes, para conformar la rama que ejecutaba los seguimientos a las futuras víctimas, los atracos a los domicilios y el aparato de extorsión posterior.

Éste hombre ejercía una fuerte influencia entre sus miembros, repartiendo los roles y dirigiendo, tanto la trama de prostitución y recaudación de dinero como los asaltos a los domicilios.

La mujer pareja sentimental del líder, por su parte, era la encargada de captar a otras mujeres que, por su precaria situación económica, ejercían ya esta actividad de forma voluntaria para mantener a sus hijos y a sus familias.

Primera víctima

En este contexto, los ahora arrestados decidieron robar a un empresario español de 69 años con el que las mujeres habían adquirido cierta confianza tras diversos encuentros. Así, conocieron que este hombre iba a recibir una cantidad de dinero considerable que iba a guardar en casa durante un tiempo, por lo que las mujeres de la organización concertaron una cita con la víctima y otros dos amigos, en la casa donde se suponía que iba a estar el dinero.

Una vez allí, las mujeres incitaron a los tres hombres a consumir alcohol, para así mermar sus capacidades físicas y facilitar el atraco. Durante ese tiempo, una de ellas mantenía constantemente contacto telefónico con el resto del grupo, informándoles de cómo iba trascurriendo todo.

Finalmente, esa mujer salió a la calle con la excusa de coger cobertura para hablar por teléfono y dejó a su paso la puerta de la propiedad abierta, para que se colaran los hombres de la banda, quienes minutos después entraron armados con una pistola de descargas eléctricas y con cuchillos de grandes dimensiones.

Así, tiraron a las tres víctimas al suelo, propinándoles golpes por todo el cuerpo y atándoles con bridas las manos y los pies. Para hacer más creíble el asalto, también golpearon a las mujeres, aunque sin causarles lesiones.

Al no encontrar el dinero que supuestamente había en la casa, amenazaron al empresario para que les dijera dónde lo tenía. Éste les dijo que el dinero estaba en otra casa y lo trasladaron hasta allí, pero escapó y consiguió alertar a la Benemérita, por lo que el golpe fue frustrado.

Detenciones

Tras más de 10 meses de trabajo, la operación culminó con la detención del líder de la organización cuando huía hacia París. Este hombre había cambiado completamente su imagen y su complexión física, en un intento por despistar a las autoridades.

La operación se ha cerrado con la detención de dos hombres marroquíes (29 y 39 años) y cuatro mujeres españolas, de entre 27 y 47 años, cinco de ellos vecinos de la localidad de Mutxamel y una mujer vecina de Villajoyosa. A los seis detenidos se les acusa de delitos de robo con violencia, detención ilegal y pertenencia a organización criminal, y todos han ingresado en prisión.

La operación ha sido desarrollada por agentes del Equipo de P. J. de la Guardia Civil de Villajoyosa, y han prestado colaboración las Gendarmerías Marroquí y Francesa, así como la Policía Local de Muchamiel.

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