Villar del Arzobispo exige a la Generalitat que priorice las zonas degradadas para ubicar las plantas solares
Solo en el término hay proyectadas 5 que ocuparían el 20% del suelo no urbanizable dedicado a cultivos
B. González
Villar del Arzobispo
Jueves, 24 de noviembre 2022, 16:37
La proliferación de proyectos de plantas fotovoltaicas en la Comunitat, especialmente en las comarcas del interior, está provocando el malestar y la preocupación en muchos municipios donde especialmente se está poniendo el punto de mira por parte de los promotores con incluso más de una decena en un mismo término municipal.
El último en alzar la voz es Villar del Arzobispo, en la comarca de la Serranía. En la comarca actualmente hay en exposición pública la solicitud de once autorizaciones, cinco de ellas solo en el término municipal de esta localidad con una superficie de 40 kilómetros cuadrados, aunque también se vería afectada por las de otros municipios, más próximos a su término. "Si salen adelante estos proyectos, el 20% del suelo no urbanizable del municipio estarían ocupados de placas solares", explica el concejal de Medio Ambiente, Luis Suller.
De esas 700 hectáreas en las que se ubicarían los parques fotovoltaicos, solo 12 sería en terreno donde se ubicaban antiguas minas. "Tenemos más de 350 hectáreas pendientes de restauración por tratarse de zonas degradadas, sin embargo les resulta más fácil y barato hacerlo en campos de cultivo", asegura el concejal.
El sector agrario, en jaque
Y es que, según informa, el 70% del terreno que se pretende ocupar es de regadío y alta producción. "Totalmente lo contrario de lo que establece el Real Decreto de Renovables", señala, es decir, que se tiene que priorizar las zonas degradadas y de baja capacidad agrícola. Es por ello, que el Ayuntamiento ha aprobado una moción exigiendo a la Generalitat que se cumplan con este requisito y obligue a las empresas a que se ubiquen en estas zonas.
A ello se suma otro disposición de la ley, que solo se ocupe el 3% del territorio no urbanizable del término municipal, cosa que en este caso se supera con creces.
"Villar del Arzobispo ya ha pagado en su término con la industria de la cerámica, que nos ha dejado zonas degradadas y ahora nos quieren volver a castigar con estos proyectos, pero en nombre de la energía renovable no vale todo", asegura el edil de Medio Ambiente.
Insiste Suller en que son los primeros en apostar por estas energías no fósiles y que, de hecho, pusieron en marcha una Comunidad Energética Local, gracias a una subvención del IVACE, pero llevan esperando más de un año para obtener la autorización de conexión, "a nosotros se nos dificulta y a los grandes especuladores se les da todo tipo de facilidades", apunta.
Lo que lamenta el concejal es que muchos agricultores con los que la promotora ha llegado a un acuerdo ya han comenzado a arrancar olivos y algarrobos, "muchos de ellos centenarios". "Les pido paciencia y que no se precipiten porque los proyectos aún no están aprobados y si al final no siguen adelante esos árboles se habrán perdido para siempre".
Asegura entender a los propietarios de muchos de estos terrenos porque son gente mayor que no tienen relevo generacional, pero insiste en que hay alternativa. "La cooperativa del pueblo ha puesto en marcha un banco de tierra, para que aquellos agricultores que no puedan hacerse cargo de sus tierras las pongan a disposición para que otras personas puedan hacerlo", explica.
Al respecto, subraya la repercusión para la agricultura y la economía local de que desaparezcan casi 700 hectáreas de cultivo. "Vamos a reducir la capacidad agrícola y las comunidades de regantes, que han mostrado ya su preocupación, van a colapsar porque al haber menos superficie, los que queden se tendrán que hacer cargo de los gastos de las infraestructuras y llegarán a ser inviables". También habla del delicado futuro para la cooperativa que recibirá menos producción.
También hay vecinos que se verán afectados: los del diseminado. Algunos de estos vecinos se trasladaron de otros lugares, incluso desde el extranjero, para vivir rodeados de naturaleza. Ahora podrían ver por sus ventanas solo placas solares.
Uno de estos vecinos es Jesús. "A nosotros, de momento, no nos tocará la expropiación llegados el caso, pero tenemos las placas solares a 50 metros. Todo estaría rodeado de placas. No ya es que la zona se devaluará es que estamos hablando de mi casa y también de mi lugar de trabajo, porque nosotros teletrabajamos", explica e indica que también han presentado alegaciones al proyecto que directamente les afecta, 'Godelleta 7'.
Los técnicos municipales también están trabajando para presentar alegaciones a todos los proyectos y este viernes el edil de medio ambiente se reúne con la consellera de Agricultura Isaura Navarro para transmitirle su preocupación.
