Jueves, 18 de abril 2019, 23:24
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
Raúl Cerdán quería vivir en una casa despejada con tantas vistas que se fundiera con el exterior. El resultado es una propiedad modular y adaptable que cambia según las necesidades. El piso, ubicado cerca del mercado de Mossen Sorell, estaba vacío con acabados de obra. Tenía el forjado y las paredes de ladrillo que hubo que limpiar y pulir. Las contraventanas que instalaron son una réplica exacta de las que había para así guardar una continuidad con la esencia de la casa original y del barrio. «Era una vivienda pequeña y la manera en la que estaban comunicados los espacios tenía magia, la idea era no perder esa conexión. Mi propuesta fue ubicar un cubo de madera en la parte central que vehiculase el espacio de la vivienda», explica Borja Hernández, co fundador del estudio de diseño Nada Design. La decisión fue crear un loft con un baño en la parte interior y una habitación supletoria que ejerce a su vez de espacio multifuncional en la planta principal. En la altura superior se instaló otro baño y la habitación principal con un sistema de oscurecimiento que la independiza del resto cuando se desea. Para Raúl era fundamental la cocina, pues además de gustarle cocinar, en su opinión es el corazón de la casa.«El bloque de la cocina condicionó el resto de la casa. Los acabados lineales en blanco marcan la pauta de la armariada que ocupa la pared principal. La ubicación, además, se ideó para que mientras cocinas tengas unas vistas espectaculares de barrio de Carmen», detalla Raúl Cerdán, experto en transporte y logística. La escalera está pensada para que no quite protagonismo al conjunto de la vivienda en sí.
Texto: Elena Meléndez | Fotos: Damián Torres
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