Los quintos se reparten por la provincia

Callosa y Torrevieja fueron las localidades más agraciadas en el sorteo de ayer con el segundo premio en la Vega Baja, pero también otros municipios de la provincia se vieron agraciados con premios menores y hasta cuatro pueblos del sur alicantino llegaron varios miles de euros de los ocho quintos del sorteo.

El más tempranero fue Bigastro, ya que en el despacho de apuestas de la céntrica calle Purísima se expidió por máquina un décimo del 22259. El establecimiento lo regenta Antonio José Guilló desde 1990, quien recuerda que ya dieron un tercer premio en el sorteo de Reyes de hace cinco años, además de haber repartido otros con anterioridad tanto de primitivas como bonolotos. Al establecimiento empezaron a llegar vecinos que realizaban las compras en el mercadillo semanal para conocer detalles del afortunado con los 6.000 euros, «pero es difícil de saber al no haberse comprado por ventanilla», indicó Guilló, contento por haber repartido un premio más.

De igual forma, mediante terminal, el segundo de los quintos premios del bombo, el 19152, dejó otro boleto afortunado en el quiosco de prensa ubicado en el número 6 de la Avenida de la Constitución de Catral, regentado desde hace décadas por la familia de Jorge Salinas, actual gerente. Su propietario se mostró satisfecho de haber contribuido a que la alegría haya beneficiado a algún vecino y destacó que este pellizco de la lotería que más premios da se suma a otros que han tenido la fortuna de repartir desde que el negocio está abierto puesto que el mismo sitio fue agraciado «con 606 millones de pesetas a principios de los años noventa, que solo tocó en Madrid y aquí», y una bonoloto en el 2001 de 1,9 millones de euros.

Benijófar fue otra de las localidades a las que los quintos llevaron la buena noticia. Al estanco de la calle Ramón y Cajal, cuyo titular es Fernando Pomares desde hace una docena de años, llegó parte del premio con el que se vio agraciado el número 60272, como en el resto de localidades de la comarca mediante un boleto electrónico. Pomares destacó que anteriormente han dado premios pequeños de las otras loterías del Estado y confió «en que siga la racha de buena suerte con el Sorteo del Niño». Asimismo aseguró que una de las mejoras cosas de su oficio «es poder hacer feliz a la gente».

El que más tardó en salir de los de esta tanda de premios del Sorteo de Navidad fue el 3371 y en esta ocasión el pellizco de seis mil euros por décimo se fue a parar a Los Montesinos, a un punto receptor de la Avenida del Mar. Su propietaria, Ofelia Zaragoza, sigue en racha puesto que desde el 2004, cuando en su local se selló una Primitiva de tres millones, ha repartido entre los montesineros una decena de premios en toda clase de sorteos.

Los quintos premios también llevaron la fortuna a Dénia -donde se vendió una serie que repartió 60.000 euros-, Benidorm (dos décimos), Hondón de los Frailes, Pinoso y Alicante.