C's dinamita cualquier posible acuerdo en las cuentas al imponer hasta cambios orgánicos

Los presupuestos del Ayuntamiento de Alicante para 2017 siguen en el aire. Cualquier posibilidad de acuerdo entre el equipo de gobierno y el grupo municipal de C's quedó ayer totalmente descartada al presentar la formación naranja un documento con diez propuestas de marcado carácter político e ideológico, de las cuales seis, las más «inasumibles» para el tripartito, son, les advirtieron, «innegociables».

Así las cosas, el equipo de gobierno necesita el apoyo del PP o de alguno de los concejales no adscritos, en forma de abstención, para sacar adelante las cuentas municipales. El grupo municipal de C's acudió ayer a la reunión con el alcalde, Gabriel Echávarri, y la concejal de Hacienda, Sofía Morales, con dos propuestas bien distintas, como ya había anunciado de antemano.

Una de ellas era económica. Un documento con una serie de propuestas de disminución de 54 partidas del presupuesto, con un valor de 1,5 millones de euros. Hasta ahí, todo bien. El equipo de gobierno estaba dispuesto a negociarlas y a incluir varias de ellas.

El problema lo provocó el otro documento, que contiene diez medidas de carácter político e ideológico, que nada tienen que ver, en su mayoría, con los presupuestos, y que incluyen incluso imposiciones de cambios orgánicos en la composición del equipo de gobierno. De las diez propuestas, seis, las de mayor carga ideológica, son, según advirtieron desde C's, ««innegociables»». Y son, precisamente, las más «inasumibles» para el tripartito.

Y es que llegan a exigir el desmantelamiento de la Concejalía de Protección Animal, que dirige la edil de Guanyar Marisol Moreno, y la readscripción de sus competencias a Sanidad. Aseguran que este departamento municipal «está siendo una fuente permanente de conflictos y polémicas».

Además, reclaman la paralización del cambio de nombre de las calles franquistas y que se admita su recurso de reposición, en el que reclamaban que el acuerdo pasase por Pleno. También la licitación, en un plazo máximo de cuatro meses, de los servicios que se siguen prestando sin contrato y que se «disipen dudas sobre el modelo de gestión».

Por otro lado, exigen que se dé marcha atrás en la pretensión de que los funcionarios se dirijan a los ciudadanos en valenciano porque, dicen, «resulta preocupante que se quieran generar problemas donde no existían». C's reclama, asimismo, una auditoría externa del servicio de limpieza y la reducción «drástica» de gastos «superfluos» como, dicen, «las partidas de protocolo, publicidad y propaganda» y la restricción del uso de los coches oficiales «al alcalde y los portavoces de los grupos municipales».

Además de estos seis puntos, el grupo de la oposición también pide medidas para generar empleo, la tramitación inmediata de un plan para que Ikea se instale en Alicante y la ejecución del plan del soterramiento y el parque central tal y como estaba planteado inicialmente, es decir, eliminando el Puente Rojo.

Para la concejal de Hacienda, Sofía Morales, C's «no ha querido nunca negociar los presupuestos», y por eso nos ha puesto medidas ideológicas por delante de cualquier partida económica».

Lamentó que, además, del documento con diez puntos políticos, al margen del presupuesto, «seis son líneas rojas», sin las cuales la formación naranja no asegura su abstención. «No han querido nunca darnos su abstención», sentenció la edil.

Desde Alcaldía anunciaron que Gabriel Echávarri trasladaría ayer mismo estos documentos a sus socios y que hoy sería el portavoz municipal, Natxo Bellido, el que haría una valoración más exhaustiva de los mismos.

Dejaron claro que las líneas ideológicas «las marcó el equipo de gobierno en el acuerdo que firmaron los tres socios» y que no van a aceptar «imposiciones» en este sentido. Instaron a C's a ser «responsables» y centrar el debate en los contenidos del presupuesto.