Un caco con un móvil poco inteligente

Un descuido ha llevado a una banda de cacos y traficantes al calabozo. La pérdida de un teléfono móvil de uno de los integrantes del entramado durante un robo nocturno a un domicilio con los moradores dentro ha permitido a la Guardia Civil desarticular en Pedreguer a toda una organización que, además de las sustracciones, se dedicaba al cultivo y tráfico de drogas. Según indican las primeras pesquisas, estos presuntos ladrones podrían estar detrás de una docena de asaltos por toda la Marina Alta, según indicaron fuentes próximas al caso.

Según informó ayer el Instituto Armado, la operación se ha saldado con la detención de tres hombres de 34, 37 y 48 años y dos mujeres de 25 y 46. Todos ellos son españoles y se les imputan doce posibles robos en viviendas, así como los presuntos delitos de tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a grupo criminal.

La organización aprovechaba la oscuridad de la noche para introducirse en domicilios, que por lo general se encontraban con sus propietarios en el interior. Sin embargo, en uno de estos robos fueron sorprendidos por el dueño, que se despertó al escuchar ruidos en uno de los baños de la vivienda y quien llegó a observar a dos individuos que habían accedido tras romper el cristal de la ventana.

Al verse sorprendidos por el propietario, los intrusos salieron precipitadamente aunque a uno de ellos se le cayó el teléfono móvil cuando saltaba. El dueño entregó el teléfono a la Guardia Civil. La operación se puso en marcha rápidamente, pues al día siguiente los agentes de la Benemérita pudieron localizar al sospechoso del robo y detenerlo.

Los investigadores tiraron del hilo tras el arresto del sujeto y descubrieron que la banda no tenía como objeto solo asaltar viviendas. El Instituto Armado destapó que el grupo también se dedicaba a la venta de marihuana tanto en Pedreguer como en Dénia y otros municipios limítrofes de la comarca de la Marina Alta.

La investigación desembocó en el registro de una vivienda en Benidoleig, donde se hallaron 250 gramos de marihuana (100 gramos ya preparados en dosis para su venta) y una báscula de precisión, así como el material necesario para preparar un cultivo ilegal con diez lámparas de 600 vatios. Por si fuera poco, la banda se abastecía de fluido eléctrico con un enganche ilegal a la red de suministro.

A raíz de lo hallado en esta vivienda, se registró otra en Pedreguer donde, presuntamente, se traficaba y se encontraron 54 plantas de marihuana en fase final de floración, con todos los elementos para su cultivo, útiles para su elaboración y distribución, así como 14 tabletas de hachís con un peso de más de 2.700 gramos.

La operación permanece abierta, por lo que no se descarta la práctica de nuevas detenciones en los próximos días.